Yina Calderón llama la atención en Europa por su aspecto físico y hasta pidió rebaja en la Torre Eiffel

La empresaria de fajas Yina Calderón se encuentra de vacaciones por Europa junto a su papá y sus hermanas Claudia, Leonela y Juliana, quienes se han dejado ver muy emocionadas con cada una de sus visitas a reconocidos lugares de este continente, uno de ellos la famosa e icónica Torre Eiffel, su primera parada fue España, donde aprovechó para visitar varias ciudades como Madrid, Alicante y Toledo.

La familia Calderón llegó a París, y de inmediato buscaron Disneyland el principal motivo de su visita a la capital francesa. Sin embargo, no todo ha salido bien la polémica influenciadora en sus vacaciones, ya que, según ella, se ha sentido rara y hasta discriminada, pues algunos habitantes de estos países la observan de manera extraña por su forma de vestir y llevar el cabello.

Así lo aseguró la propia Yina Calderón a través de una historia que colgó el 14 de marzo a su cuenta de Instagram: “La cultura europea es un poquito más clásica, entonces la mayoría de personas, cuando pasan por mi lado, se quedan mirándome como extraño. Yo pensé que aquí iba a encontrar más gente con cabello de colores y tatuajes en la cara, pero no los he visto casi; entonces me he sentido como un culo. Incluso, los niños son quienes más me miran raro. Son más clásicos a la hora de vestir y arreglarse”, explicó.

Pero además la familia Calderón ha llegado a Europa a llamar la atención, pues Claudia, una de las hermanas de la influenciadora, sacó a relucir su talento para negociar y conseguir algunos recuerdos con rebaja, así lo dejó ver Yina Calderón por medio de las historias de una de sus cuentas de Instagram.

Y es que resulta que la mujer quería comprar un par de réplicas de la Torre Eiffel doradas con luces al mejor precio, por lo que no dudó en recorrer varios puestos ambulantes para encontrar el indicado. De hecho, su táctica resultó ser acertada, ya que logró adquirir dos de estas al precio de una.

“Claudia se fue para allá, luego pidió rebaja allá, luego allá y resultó comprándola por allá. ¿Cómo fue que negoció?”, le pregunta Yina a Claudia, quien responde que “valía cada una cuarenta (euros) y me dejaron dos en cuarenta (Risas)”.