Donald Trump se vuelve tendencia porque no le gustó su portada en la revista TIME
Donald Trump dice que su foto en la portada de la revista TIME no le gustó porque le quitaron el pelo

Donald Trump dice que su foto en la portada de la revista TIME no le gustó porque le quitaron el pelo
Donald Trump volvió a ser tendencia en redes sociales, pero esta vez no por sus discursos ni por su campaña política, sino por una foto. Sí, una foto. El presidente de Estados Unidos explotó en redes sociales tras ver su rostro en la más reciente portada de la revista TIME y, fiel a su estilo, no se guardó nada, aseguró que le quitaron el pelo y parecía que tuviera flotando algo sobre su cabeza e incluso dijo que la foto es realmente mala.
Una portada que no le gustó nada.
En la imagen, Trump aparece con saco azul, corbata roja y su clásico gesto serio, mirando al horizonte. Nada fuera de lo común, excepto que, según él, el fotógrafo eligió el peor ángulo posible. “Nunca me ha gustado que me tomen fotos desde abajo”, añadió, dejando claro que la perspectiva no lo favoreció.
Aunque reconoció que el artículo de TIME era “relativamente bueno”, su molestia con la fotografía fue total: “Probablemente, una de las peores portadas de todos los tiempos”, sentenció.
La crítica que se volvió meme
Como era de esperarse, sus declaraciones desataron una ola de comentarios en redes sociales. Algunos seguidores lo defendieron diciendo que TIME buscó ridiculizarlo, mientras otros aprovecharon para hacer memes comparando su peinado con el de personajes animados. La frase “me borraron el pelo” se volvió tendencia en cuestión de horas.
El propio Trump, que suele ser protagonista de titulares por sus reacciones explosivas, volvió a demostrar que cuida cada detalle de su imagen pública, especialmente su cabello, uno de los símbolos más comentados de su carrera política.
Aunque para muchos su queja suena exagerada, los analistas señalan que este tipo de comentarios no son casuales. Trump sabe que cualquier polémica visual le garantiza presencia mediática y conexión con su base más leal, que disfruta verlo enfrentarse a los grandes medios.
Además, convertir una portada en debate público es, en el fondo, parte de su estilo, mezclar política con espectáculo y asegurarse de que nadie deje de hablar de él.
Así que sí, la revista TIME puede haberlo retratado con menos pelo de lo habitual, pero Trump logró lo que mejor sabe hacer volver su descontento en noticia y su ego en tendencia mundial sobre todo en redes sociales que es donde sabe dar de que hablar.