Banfiel pierde el clásico del sur

El colombiano Jairo Patiño integro la nomina de Banfiel que perdió el clásico del sur, Lanús ganó el honor ante su tradicional rival con una gran presentación de visita en cancha del ‘Taladro’ por 1-2.

Jugaron un partido fenomenal en el Sur. Los locales se pusieron arriba a los 24 minutos del primer tiempo, con un penal-misil de Lucchetti. Pero se encendió Sand y lo dio vuelta: primero de cabeza y después de zurda abajo. ¿El mejor partido del campeonato? Sino, pega en el palo. Fueron expulsados Herner y Acosta.

Un clásico por clásico es atractivo. Pero si encima se juega bien y hay goles se convierte en un partidazo. Banfield recibía a Lanús en el duelo del Sur. Los de Llop iban por un triunfo que les permitiera alcanzar a Independiente en la cima del Apertura. Los de Ramón Cabrero habían conseguido su primera victoria ante Olimpo e iban por más.

Esquemas similares en ambos equipos: jugadores de buen pie formados en un 4-4-2 dinámico y ofensivo. Maidana, Patiño, Quinteros, Villarreal; Cvitanich y Pavlovich, en el local. Fritzler, Salomón, Pelletieri, Valeri; Sand y Lautaro Acosta, en el visitante. Arrancaron con todo y mantuvieron el ritmo durante todo el primer tiempo. A los 6 lo tuvo Pelletieri de cabeza. Respondió un minuto más tarde Banfield, le quedó la pelota a Pavlovich en el área y sacó el derechazo. Bossio tapó con un manotazo a puro reflejo. Valeri dos veces lo hizo trabajar a Lucchetti con remates desde afuera del área, bien el arquero. Iban y venían. Golpe por golpe, ataque y contraataque.

Cuando parecía que Lanús estaba un poquito mejor y manejaba la pelota con criterio, llegó el gol de Banfield. Ribonetto quiso rechazar en el área, pero Cvitanich lo durmió por atrás y le punteó la pelota. El defensor siguió con el movimiento para rechazar y se lo comió al delantero. Collado cobró penal y se enfrentaron los arquero. Lucchetti le pegó bárbaro, a la izquierda de Bossio que eligió el otro palo, la pelota infló la red y la tribuna local se vino abajo.

Pero no hubo tiempo para detenerse a festejar. El partido era tan rápido que en cada jugada algo trascendente sucedía. A los 27, Herner vio la roja por un patadón desde atrás a Acosta, sobre la izquierda. Uno menos para Banfield y un delantero menos, porque Llop tuvo que reacomodar la defensa. Sacó a Pavlovich y mandó a Sanguinetti a cubrir el hueco que quedaba atrás.

Lanús ya estaba jugando bien, pero con un jugador más encontró mejores espacios. Rápido, como todo en el partido, llegó al empate. Valeri juntó defensores en la izquierda y descargó para Velázquez que desbordó. El centro del zurdo fue perfecto, a la cabeza de Sand. El delantero metió la frente y cambió la trayectoria del envío, al segundo palo. Lo agarró a contrapié a Lucchetti y salió corriendo para festejar.

Todo se vino abajo para el local en el último minuto. Primero Quinteros sacó un pelotazo de 40 metros para Cvitanich que se las ingenió para girar en el área. Descargó para Patiño que entró a la carrera por el medio y sacó el derechazo. Una bomba que se fue al lado del palo, con Bossio ya vencido. Y en la contra, Lanús se puso en ventaja. Sin respiro, ni un minuto. Otro pelotazo, esta vez para Sand, que la bajó de pecho con oficio, aguantó la marca y giró. Todo en el mismo movimiento. Sacó el zurdazo cruzado y venció a Lucchetti. 2-1 para el Granate y a los vestuarios. Un primer tiempo excelente.

Era obvio que para el segundo tiempo el ritmo iba a bajar. Y bajó, aunque no perdió calidad en el juego. El planteo de Lanús fue claro para el complemento. Esperar y salir de contra, con espacios por el hombre de menos que sufría el rival. Banfield, se encegueció un poco, y fue por el empate salvador. Creó sus situaciones el local. La más clara fue a los 15, con un zurdazo de Maidana que se fue apenas por encima del travesaño.

Lautaro Acosta, que estaba amonestado, se tiró cerca del área. Collado le mostró la segunda amarilla y la consecutiva roja. Ahora estaban 10 contra 10, mientras que el joven delantero de Lanús se iba de la cancha insultando a diestra y siniestra. Cambió el panorama, ahora estaban iguales. Pero el modo de jugar no se modificó. Le faltaron ideas a Banfield que abusó del pelotazo para Cvitanich. Falló en el último toque Lanús, ya que fue profundo en cada contragolpe. El resultado todavía estaba abierto.

Pudo liquidar el Granate. Valeri otra vez exigió a Lucchetti desde afuera del área y el arquero respondió bien, como en todo el partido. Más tarde lo tuvo Sand por izquierda, pero otra vez el Laucha la sacó al tiro de esquina. A los 34 fue el minuto de las variantes, cuando el partido se quedaba sin nafta. Barrales por Maidana, en el Taladro. Peralta por Salomón y Jiménez por Sand en el visitante.

Fue en el final que el partido levantó el ritmo otra vez. A los 40, Barrales estrelló una palomita en el palo. Y las esperanzas de Banfield se ahogaban con el grito de gol atragantado. En el tercer minuto agregado, Malingas perdonó con un remate de cabeza y en la contra Bossio se lo sacó a Patiño. Por si algo faltaba, Lucchetti fue al área rival en busca de la heroica. Fue pura emoción, pero el resultado quedó inmóvil. La victoria de Lanús en el clásico del Sur se hizo realidad con el pitazo final de Collado.

Un partido impresionante, de los que llegan a cuentagotas. Lo tuvieron los dos, lo pudo haber ganado cualquiera. Pero se lo llevó Lanús porque tiene a José Sand, porque tiene a un goleador de raza. No jugó nada mal Banfield, se perdió la chance de treparse a la punta, pero el equipo se retiró aplaudido por su gente. En realidad, el verdadero vencedor del clásico del Sur fue el fútbol. Ole.com