Luis Díaz: ¿Le conviene al guajiro cambiar la estructura de Liverpool, por la del FC Barcelona?

Quizá, los dos jugadores de selección Colombia, de los que más se ha hablado recientemente, son Yasser Asprilla, que está en los planes tanto del Girona como del Porto y espera pronto resolver su situación para la nueva temporada y Luis Díaz, que ya debutó con Liverpool, marcando un doblete pero de quien su futuro todavía se duda.

Sobre este último se ha dicho de todo recientemente, como la posibilidad, negada por el club, de llegar al Manchester City o, lo que parece más probable, su aterrizaje en la sede Joan Gamper, como nuevo jugador del FC Barcelona. Esto empezó a sonar, desde que el padre del jugador, Luis Manuel ‘mane’ Díaz, confirmara el gusto del extremo, por el equipo de la ciudad condal.

Ahora, lo último que se supo es que Josep María Bartomeu sí está interesado en el guajiro, al que intentarán fichar haciendo uso de “ingeniería financiera”, para poder llevarlo. Esto, pues el equipo no atraviesa sus mejores momentos económicos, excediendo la norma del límite salarial, que no es otra cosa que el costo máximo total que puede destinar para el pago a los jugadores.

De esta manera, aunque difícil, esperan poder ‘hacer malabares’, para poder reforzarse, en un momento en el que el equipo blaugrana ha desaparecido casi que por completo del panorama internacional, luego de haberse adueñado de este durante el mejor momento de Lionel Messi, Andrés Iniesta, Luis Suárez y Neymar Junior.

Ahora, la pregunta que se hacen la mayoría de fanáticos, es si al guajiro le conviene este movimiento, entendiendo que cambiaría la estructura -e infraestructura- de un club como el Liverpool, actualmente uno de los más estables del viejo continente, por otro cuya descripción más elocuente, es aquella expresión de "ingeniería financiera" para llevar al colombiano.

Y es que, para nadie es un secreto que el Barza, en este momento, está en construcción y que esto puede demorar, por lo que el colombiano, lejos de llegar a un equipo boyante, como el blaugrana de hace una década, llegaría a un equipo con serias dudas, donde hay grandes jugadores -caso Lewandowski- pero con poco qué ofrecer, en un ambiente agitado, donde un solo mal partido, sería suficiente para generar la resistencia de la exigente hinchada.