¿Así nos representan? Hinchas de Atlético Nacional protagonizaron enfrentamientos en Brasil

Una noche que debía quedar marcada solo por el fútbol terminó tiñéndose de tragedia para la hinchada de Atlético Nacional, pues el equipo paisa, que disputaba la segunda jornada de la Copa Libertadores en suelo brasileño frente a Internacional de Porto Alegre, no solo sufrió una dura derrota en el campo por 3-0, sino que además vio cómo el fervor del deporte se transformó en violencia callejera, cobrando la vida de uno de sus seguidores.

El partido, disputado en territorio gaucho, dejó una amarga sensación entre los hinchas ‘Verdolagas’, no solo por el resultado adverso, sino por lo que ocurrió después. Según reportes del medio brasileño Correio Do Povo, al terminar el encuentro se desataron fuertes enfrentamientos entre aficionados, el cual terminó de la peor manera posible, tras el asesinato de Alejandro Lopera Zuluaga, un joven hincha de Atlético Nacional.

Las autoridades brasileñas confirmaron que Lopera fue apuñalado durante el enfrentamiento y, aunque se hicieron esfuerzos por socorrerlo, fue encontrado sin vida en el asiento trasero de un vehículo, según explicó Raíssa Araújo, del Departamento de Homicidios y Protección Personal. El mismo incidente dejó a otro aficionado herido, quien fue trasladado de urgencia a un hospital. Incluso, se presume que el agresor también resultó lesionado con arma blanca en medio del caos.

Los motivos que originaron la violencia siguen siendo materia de investigación. No obstante, medios locales apuntan a que el conflicto habría comenzado cuando miembros de la 'Torcida Vermelha', barra brava del Internacional, intentaron arrebatar a los colombianos sus camisetas, gorras y banderas, símbolos de identidad para cualquier hincha. La situación escaló rápidamente hasta convertirse en una pelea fatal.

Mientras la policía brasileña trabaja en esclarecer los hechos y encontrar a los responsables, el dolor y la indignación atraviesan a la familia de Atlético Nacional. Lo que debía ser un viaje para alentar al equipo de sus amores, terminó en una tragedia que enluta no solo a una familia antioqueña, sino a todo el fútbol colombiano, salpicando incluso al Internacional. 

De esta forma se demuestra una vez más que, la violencia, que nada tiene que ver con la esencia del deporte, volvió a golpear donde más duele: en la pasión de muchos que une y no debería dividir. Y lastimosamente, la pelota se vuelve a manchar en uno de los escenarios más inesperados.