Atlético Nacional: Copa Libertadores 2016 y una noche inolvidable en el Atanasio Girardot

Hubo un año en el que un club colombiano, dominó el fútbol sudamericano, a tal punto que estuvo muy cerca de coronarse campeón de todo, a nivel continental. Y esto, querido lector, no fue en los años 50 o 60, que es el lugar que parecen tener esas historias, cuya veracidad es, algunas veces, cuestionable, cuando menos.

El equipo es Atlético Nacional, y los torneos de los que se hablan son la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana de 2016. En aquel año, una se jugaba un semestre y la otra al otro, por lo que había la posibilidad de clasificarse a ambas, lo que el cuadro verdolaga logró, tras coronarse campeón, tanto de la Copa BetPlay, como del torneo finalización del año 2015.

En la Sudamericana, el verdolaga venció a Deportivo Municipal, de Perú, en la primera ronda, a Bolívar de la Paz, en la segunda y esto le permitió llegar a los octavos de final, donde superó a Sol de América de Paraguay, luego en cuartos a Coritiba de Brasil y en semifinales a Cerro Porteño.

Antes de disputar la final, ante Chapecoense de Brasil, el avión que traía a los jugadores de este equipo se estrelló en Medellín, en una durísima tragedia aérea. Esto, claramente, impidió jugar la final y, en un acto de humanidad, el verdolaga le entregó el título al brasilero, que de esta forma obtuvo su primer título continental.

Meses antes, ese mismo equipo, dirigido por Reinaldo Rueda, hizo parte del grupo 4 de la Libertadores, junto a Huracán de Argentina, Peñarol de Uruguay y Sporting Cristal de Perú. El equipo colombiano se quedó con el primer lugar, apenas concediendo un empate ante Huracán, en la última jornada de esta fase.

Justamente este último sería el rival en octavos, al que vencería por global de 4 a 2, instalándose así en los cuartos de final, donde venció a Rosario Central, por global de 3 a 2. Esto dejó al verdolaga en semifinales, ante São Paulo de Brasil, al que venció por un global de 4 a 1, dejando al cuadro antioqueño, en su tercera final continental.

El entrenador del rival, Independiente del Valle, era el uruguayo Pablo Repetto, actual entrenador del equipo verdolaga. Al final, los colombianos vencieron a los ecuatorianos por marcador global de 2 a 1, obteniendo así el segundo título continental de la historia, tercero para Colombia, luego del ganado por Once Caldas, en el año 2004.