Copa Sudamericana: Medellín salvó un punto en la última jugada, tras increíble ‘blooper’ de Palestino

Este miércoles volvió la actividad de la Copa Sudamericana, al menos en lo que respecta a los clubes colombianos, pues el cuadro Independiente Medellín visitó el Estadio Nacional, en Santiago de Chile, para medirse a Palestino, de ese país, en el marco de los octavos de final del torneo continental.

El cuadro chileno ya es bien conocido en Colombia y será recordado con amargura, por los hinchas de Millonarios, luego de haberlo tenido que enfrentar en fase de grupos de la Copa Libertadores donde, incluso, un periodista terminó recibiendo gran cantidad de críticas, tras haber bautizado al equipo chileno como “el comodín del grupo”, tras haber comenzado perdiendo contra Flamengo y Bolívar.

Pero los chilenos, lejos de eso, le sacaron ventaja al cuadro embajador, ganándole el tercer lugar del grupo, lo que significó la clasificación al play-off de la Sudamericana y dejar al equipo bogotano en el fondo de la tabla, en el mencionado torneo continental. En Sudamericana, tras vencer a Cuiabá de Brasil, terminó siendo emparejado con el Poderoso, al que enfrentó este miércoles.

El equipo antioqueño, que llegó a esta instancia tras vencer en el grupo A de la Sudamericana, pasando por encima de Always Ready de Bolivia, Defensa y Justicia de Argentina y César Vallejo de Perú, marcó el primero del partido al cierre del primer tiempo, gracias a un centre perfecto de Leyser Chaverra que cabeceó el uruguayo Joaquín Varela.

Pero, en el arranque de la segunda mitad, los locales remontaron en menos de 5 minutos, gracias, primero a Iván Román y luego a Nicolás Linares. Con el marcador a su favor, el equipo chileno intentó hacer control de balón, pero generó espacios atrás que el equipo visitante buscaba aprovechar, sin éxito.

Ya al término del juego, en el tiempo de descuento, llegó el empate del equipo colombiano, de nuevo gracias a Joaquín Varela, quien aprovechó una increíble desconcentración en la saga del cuadro árabe, para marcar el segundo del poderoso, suficiente para llegar con viento en la camiseta al juego de vuelta, que será exactamente en 8 días.