Vinicius Junior: El delantero de Real Madrid tuvo para poner a ganar a Brasil, pero erró un penalti

Venezuela recibió a Brasil, por la fecha 11 de las eliminatorias sudamericanas, en Maturín. Brasil llegaba a este partido, con la idea de poder pasar la página de un difícil comienzo de torneo, en el que alcanzó a estar en el sexto puesto de la tabla de posiciones, lo que traduce que estuvo pisando en límite entre los clasificados y el repechaje.

De hecho, en el juego ante la Vinotinto, en suelo brasilero, la verdeamarela no pudo pasar del empate, lo que generó toda una avalancha de críticas de los hinchas locales, que no le veían futuro al pentacampeón del mundo. Así, con todo esto, los dirigidos por Dorival Junior llegaban al Monumental de Maturín, al oriente del país venezolano.

Brasil parecía sacudirse y empezó a asediar, desde muy temprano, el arco de Rafael Romo. De hecho, a los 22 minutos, Vinícius Júnior, candidato al balón de oro y figura del Real Madrid, estrelló un balón en el palo, dando la impresión que, diferente a lo que ocurrió en Brasil, todo sería para el scratch.

Y así, sobre los 43 minutos, apareció Rafinha para decretar, con golazo de tiro libre, la victoria transitoria del cuadro visitante, que se veía más cómodo y con mejor disposición en el terreno de juego. Así terminó el primer tiempo y, apenas arrancando la segunda mitad, Venezuela empató el juego a través de Telasco Segovia, al minuto de haber empezado el segundo episodio.

Entonces, al 62, Vinícius Júnior fue derribado en la línea del área grande que protege el portero Rafael Romo, protestando como acostumbra, exigiendo un penal. En principio, el silbato colombiano, Andrés Rojas, dio tiro libre, pero desde el VAR llamaron y avisaron: Era penalti. Tras el balón se ubicó el afectado, quien cobró, recostando el lanzamiento sobre el palo derecho de Romo, quien atajó el penal. En segunda jugada, el jugador del Madrid, la mandó desviada.

¿Cómo terminó el juego en Venezuela?

El final del partido estuvo candente, con los dos equipos peleando y protestándole al árbitro colombiano cualquier decisión. Al 90+5 encendieron uno de los aspersores y esto detuvo el partido, generando más protestas, por parte de los visitantes. Finalmente, el juego terminó empatado a un gol, en un resultado que no le sirve mucho a ninguno de los dos.