Eliminatorias

Por: Leonardo Lemoine • Colombia.com

Colombia golea, gana y gusta sin James Rodríguez y jugando como lo hacía con Queiroz

La Selección Colombia goleó a su similar de Perú sin tener a su máximo referente y jugando con el estilo de Carlos Queiroz.

Colombia goleó a Perú por las eliminatorias al Mundial de Qatar 2022. Foto: EFE
Colombia goleó a Perú por las eliminatorias al Mundial de Qatar 2022. Foto: EFE

La Selección Colombia goleó a su similar de Perú sin tener a su máximo referente y jugando con el estilo de Carlos Queiroz.

Cuando todos sufrían porque James Rodríguez no iba a estar en la Selección Colombia en los partidos ante Perú y Argentina por las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Qatar 2022, los goles de Yerry Mina, Mateus Uribe y Luis Díaz, calmaron los ánimos.

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Irse con tres goles de territorio visitante y con ninguno en contra es un gran resultado, teniendo en cuenta los malos resultados de los dos encuentros anteriores.

Esto dejó claro que James Rodríguez, por el momento, no es pieza fundamental en un planteamiento que claramente no necesita el llamado 'enganche'.

Al igual que con Carlos Queiroz, Colombia salió con un esquema que podría fácilmente acoplarse a un 4-4-2 o un 4-5-1 o incluso un 4-2-3-1, donde el famoso 10, queda descartado.

¿Por qué funcionó con Rueda y con Queiroz no? Claramente fue la actitud de los jugadores con el estratega portugués. 

Llegar de un técnico como Pékerman que era permisivo con las 'estrellas' de la Selección a uno como Queiroz que no mantenía preferencias, rompió el grupo y no cayó bien entre los referentes.

Pero ahora con Rueda, parece que la historia no se va a repetir. La desvinculación de James Rodríguez de la convocatoria, envió un mensaje poderoso a los jugadores y más aún, crear un planteamiento similar al del portugués y que sí funcionó, deja ver que en la Selección hay variantes y talento de sobra.

Ahora falta el partido ante Argentina, el cual tendrá que manejarse de una forma totalmente distinta, pero manteniendo un orden, un trabajo táctico y físico, que se vio con Queiroz, pero que los jugadores no quisieron plasmar en el campo de juego.