Atlético Nacional contraría a joven jugador de la B como primer refuerzo para el 2026

En medio de un mercado que avanza sin pausa, Atlético Nacional está muy cerca de cerrar una de sus primeras decisiones estructurales de cara a la temporada 2026. Y aunque todavía no hay anuncio oficial, todo apunta a que el club paisa ya tiene encaminada la llegada de un nuevo arquero, una posición que siempre genera debate y expectativa entre los hinchas.

Desde hace varios días, el nombre que más fuerza ha tomado es el de Kevin Cataño, guardameta antioqueño de 22 años que viene de firmar una campaña consistente en el Torneo BetPlay. Su desempeño con Real Cundinamarca lo puso rápidamente en el radar de varios equipos del fútbol profesional colombiano, pero fue Atlético Nacional el que se movió con mayor decisión, logrando un principio de acuerdo que, de no mediar contratiempos, se concretaría en cuestión de horas.

La idea que se maneja internamente no es apresurar su aparición en el primer equipo. Por el contrario, el plan trazado contempla que Kevin Cataño sea cedido durante los primeros seis meses, una fórmula que se ha vuelto habitual cuando se trata de arqueros jóvenes que necesitan continuidad, ritmo y competencia real antes de asumir retos mayores.

Los números respaldan la apuesta. Durante el 2025, Cataño disputó 50 encuentros oficiales, logró mantener su portería invicta en la mitad de ellos y apenas recibió 43 goles, registros que no pasaron desapercibidos para los cazatalentos. A esto se suma un aspecto físico que llama la atención: con 1,99 metros de estatura, su presencia bajo los tres palos es imponente, algo que hoy sigue siendo altamente valorado en el fútbol moderno.

Aunque Millonarios llegó a consultar condiciones, el conjunto bogotano no avanzó con la misma rapidez, situación que permitió que Nacional tomara ventaja y prácticamente dejara encaminada la operación. En Medellín ven en Kevin Cataño un proyecto a mediano plazo, más que una solución inmediata, entendiendo que el panorama del arco podría cambiar en el segundo semestre de 2026.

Y es que tanto David Ospina como Harlen Castillo no tienen asegurada su continuidad más allá de junio del próximo año, lo que abre un escenario de transición natural. Bajo ese contexto, la llegada del joven arquero no solo responde a una necesidad deportiva, sino también a una planificación estratégica que busca evitar improvisaciones futuras.

Así, sin ruido excesivo y con pasos calculados, Atlético Nacional empieza a mover fichas clave, apostando por juventud, proyección y paciencia, tres palabras que, aunque a veces suenan repetidas, suelen marcar la diferencia cuando se trata de un equipo como el más veces campeón de Colombia.