Carlos Antonio Vélez habló ‘sin pelos en la lengua’ sobre el caso de James Rodríguez

Luego de que Fuad Char revelara que el laureado mediocampista había rechazado la propuesta del equipo 'Tiburón' tras recibir una oferta superior de otro club, las puertas de su regreso al fútbol colombiano se cerraron y la hinchada del Junior de Barranquilla se dejó ver con comentarios negativos hacia el futbolista, reflejando la forma tan abrupta en la que se rompió la ilusión en la capital del Atlántico. 

Lo anterior debido a que el esfuerzo económico de Junior fue significativo, apostando por una contratación histórica y que una vez más, demostrara el poderío económico del equipo insignia de la costa caribe colombiana. 

Es por esto que entre las voces más críticas destaca Carlos Antonio Vélez, quien expresó su opinión en la plataforma 'X'. Con su estilo directo, Vélez no dudó en señalar lo que considera falta de seriedad profesional en el accionar del futbolista.

“El que no tiene más, acepta la invitación. Pero, de cualquier manera, a todos hay que respetarlos. La costumbre del incumplimiento y la falta de seriedad profesional también es una marca registrada. No se puede abusar del exagerado y muchas veces desproporcionado cariño de la gente”, comentó Vélez, refiriéndose al supuesto rechazo de James y su impacto en los aficionados.

El periodista deportivo también aprovechó para lanzar un mensaje hacia las directivas de Junior, cuestionando los movimientos realizados para intentar concretar el fichaje: “Como tampoco es presentable que instituciones serias manejadas por personajes prestantes tengan que andar arrastrándose y humillándose ante quien no lo merece. ¿Aprendida la lección?”, añadió, instando a los clubes a ser más cautelosos en futuras negociaciones.

Más allá del caso puntual de James, Vélez cerró su reflexión con una crítica más amplia al enfoque de la Selección Colombia, sugiriendo que el éxito del equipo nacional radica en abandonar la exaltación de figuras individuales y enfocarse en el colectivo.

“Para ser campeones, necesitamos un equipo donde los 11 jueguen, trabajen y corran. Hay que acabar con el endiosamiento y la alcahuetería. Aquí tenemos buenos jugadores, pero hasta ahí… rockstars jugando al fútbol no hay”, concluyó.

Con estas declaraciones sobre la mesa, se demuestra una vez más que el caso James-Junior deja enseñanzas tanto para los clubes como para los jugadores sobre las consecuencias de las altas expectativas y la gran incidencia mediática que puede llegar a tener el interés de unos pocos, repercutiendo en la ilusión de muchos.