Alejandro Domínguez fue elegido nuevamente como presidente de la Conmebol

La continuidad de Alejandro Domínguez al frente de la Conmebol ha sido confirmada, y en Colombia la noticia ha sido recibida con entusiasmo, pues desde que el paraguayo asumió en enero de 2016, el fútbol colombiano ha conseguido varios hitos que se conectan con una etapa de crecimiento y protagonismo en el continente.

La reelección de Domínguez hasta 2030, oficializada durante el 81° Congreso Ordinario celebrado en Luque, Paraguay, representa un nuevo ciclo que los aficionados y dirigentes colombianos esperan sea igual de positivo.

Bajo la administración del dirigente guaraní en la Conmebol, Colombia celebró la histórica conquista de Atlético Nacional en la Copa Libertadores 2016, una campaña inolvidable que devolvió al país la gloria continental. Ese mismo año, la Selección Colombia alcanzó el tercer lugar en la Copa América Centenario, mostrando solidez y carácter.

Más recientemente, en 2024, el combinado nacional llegó a la final de la Copa América en Estados Unidos, firmando un subcampeonato que dejó grandes sensaciones de cara al futuro. Todos estos logros han ocurrido bajo la gestión de Domínguez, lo que enmarca su permanencia como una señal prometedora.

Durante su intervención en el congreso, Domínguez reafirmó su compromiso con la transparencia y la integridad, pilares fundamentales luego de haber asumido el mando tras el escándalo del FIFAgate. El dirigente recordó que durante su administración se han recuperado más de 130 millones de dólares vinculados a ese caso de corrupción, lo que refleja su intención de limpiar la imagen del fútbol sudamericano.

En su nuevo periodo, una de las apuestas del presidente será la implementación de un Fair Play financiero, que busca erradicar la deuda en los clubes, garantizar pagos puntuales a los jugadores y fomentar inversiones responsables: “Queremos clubes sólidos, no ahogados en deudas”, enfatizó. 

De esta forma, Alejandro Domínguez se mostró decidido a mantener a Sudamérica como una potencia global en el fútbol, con la Copa del Mundo 2030 como objetivo simbólico, donde se espera que los seleccionados sudamericanos sean protagonistas. 

Además, en Colombia, los buenos resultados deportivos durante su mandato fortalecen la esperanza de que esta etapa de estabilidad y ambición pueda consolidarse aún más con su reelección en la Conmebol, donde, sin duda, ha habido una gestión que hasta ahora ha sido de buen augurio para el balompié nacional.