La Selección Colombia salvó un punto en el último minuto 

Colombia, la selección anfitriona, recibía al subcampeón asiático, Uzbekistán, buscando ambos su primera victoria del certamen. El Coliseo El Pueblo de Calo fue el escenario de un partido no apto para cardíacos que Colombia logró igualar 3-3 en la última jugada y sumó su segunda unidad, pensando ahora en Panamá y en ser segundos del Grupo A. 

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Colombia jugaba con el resultado de Portugal puesto y la presión de salir a anotar una cantidad enorme de goles les pesó. La tricolor inició muy desconcentrada, perdiendo balones en salida y jugando casi todas las pelotas de manera individual, quedando el equipo muy partido y siempre defendiendo en inferioridad numérica. Carlos Ñañez, gran figura colombiana en el primer partido, cometió un error imperdonable y dejó ingresar de manera inesperada un disparo muy débil de Anorov. 

La tricolor seguía imprecisa y sin mucha claridad, mandando jugadores a buscar la heroica y sin un juego colectivo que tanto rédito le dio ante la durísima Portugal. Los uzbekos, claros en su plan de juego, robaban la pelota en el segundo tercio de cancha y contragolpeaban inteligentemente con tres efectivos que ponían en peligro el arco de Ñañez. Hasta los momentos, nada de Caro y compañía. La paciencia asiática rindió frutos y consiguieron el 0-2 en una contra letal por parte de Israeliv. Problemas para los de Fonnegra. 

Tras el tiempo fuera pedido por el técnico antioqueño, los colombianos comenzaron a tener la pelota con un poco más de sentido, contando con posesiones largas y finalización de jugadas colectivas en la raya final. Una jugada aislada, luego de una falta a Angellot, y una serie de rebotes fortuitos, Stiven Abril, jugador de Real Bucaramanga en la Liga Argos Fútsal, puso la punta del botín y logró batir al portero visitante faltando apenas dos minutos. El partido se fue al descanso y Colombia debía reestructurar su idea de juego para poder remontar un muy complicado encuentro. 

Los dirigidos por Fonnegra salieron a buscar el partido en el segundo tiempo, con mayor intensidad y transiciones más rápidas. Los uzbekos seguían apegados a su plan y no dejaban un solo centímetro a los colombianos que veían como pasaban los minutos sin poder igualar las acciones. Cuando mejor jugaban los colombianos y parecía que el empate estaba al caer, los asiáticos golpearon, y como dolió ese golpe. 

Al minuto 28, Elibaev colocaba el tercer para el conjunto asiático, que parecía sepultar las opciones cafeteras y se llevarían los primeros tres puntos del campeonato, para así relegar a Colombia a ser última de la zona. Pero no todo estaba perdido, el conjunto de Fonnegra ha demostrado tener corazón y garra para resolver en instancias apremiantes. 

Y así fue; el capitán, Angellot Caro, se puso el equipo al hombro y logró anotar el descuento con apenas cuatro minutos restando en el reloj. Colombia apeló al quinto hombre en cancha, con Gildardo Zúñiga como hombre que “resguardaría la valla”. Dos postes y cuatro atajas espectaculares del portero uzbeko, se interponían entre Colombia y el empate. Pero como esto es una Copa Mundial y Colombia está acostumbrada a sufrir en este tipo de citas, lo imposible se lograría. 

Angellot Caro, una vez más, pero en esta ocasión, faltando 15 segundos, remató una gran jugada colectiva de primera y debajo del arco. 3-3, y el Coliseo El Pueblo de Cali estalló de júbilo porque Colombia sigue en competencia y debe vencer a como de lugar a Panamá para poder aspirar a ser segundo de grupo y no pasar sustos de última hora. 

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