Por: Redacción Mascotas • Colombia.com

Los gatos siempre caen parados: ¿Mito o verdad?

Las condiciones del gato y de su espacio hacen que este mito cambie.

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¡Es solo un mito!. Foto: Shutterstock
¡Es solo un mito!. Foto: Shutterstock

Las condiciones del gato y de su espacio hacen que este mito cambie.

Si hay algo que identifique a los gatos es que son animales sigilosos y que gustan de su soledad, no son dados a mostrar mucho cariño y hasta se les ha dado más vidas de las que realmente tienen. 

Hay un solo dicho que prueba que los gatos son seres mortales y es ese que pregona que “la curiosidad mató al gato”, una frase universal que denota que estos animales pueden meterse donde sea y como sea, porque cuando menos pienses, ¡zuas!, aparece el gato que nadie invitó.

A los felinos se les alaba su gran sagacidad, son animales con gran elasticidad y muchas veces quedamos absortos al ver que tienen más habilidad que el mejor de los acróbatas, pero existe un mito que asegura que un gato siempre cae de pie.

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La naturaleza dotó a los gatos de una condición física excepcional, cuentan con una muy flexible espina dorsal que les permite girar muy rápidamente en el aire y lograr caer sobre sus patas, y que, también, por una condición natural anatómica, se estiran un poco al tocar el suelo y generan un efecto de rebote, es decir que estas amortiguan su caída. Su cola es un instrumento de navegación muy poderoso porque hace las veces de timón ayudando a equilibrar su cuerpo.

Pero hay que ser objetivos, los gatos no siempre caen de pie, la capacidad para hacerlo se desarrolla en cuestión de siete semanas al igual que su sentido de orientación, siete veces superior al de los humanos. 

Si un gato muy pequeño en edad cae, seguramente se lastimará porque no podrá caer de pie, también es muy importante tener en cuenta que si los gatos caen de alturas considerables pueden lastimarse o hasta morir.

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Si bien los gatos domésticos tienden a conservar sus capacidades físicas naturales, el hacinamiento y la falta de ejercicio pueden hacer que pierdan la habilidad para caer de pie, los hace más lentos e, incluso, hacen que su instinto no siempre funcione; y para poner un ejemplo, pueden caer desde la nevera, golpeándose fuertemente contra el piso debido a que no tienen mucho tiempo para girar porque la altura no es mayor.

El mundo animal también está rodeado de mitos, pero será mejor que no quieras tratar de desafiar las leyes físicas y dejes a tu gatico feliz y tranquilo en su propio espacio.