Juzgado sanciona establecimiento veterinario en Bogotá: deberá pagar por daños morales a familia de canino fallecido

En Bogotá existen muchos establecimientos que prestan diversos servicios de salud y bienestar a las mascotas, como atención médica, baño, corte, entre otros; sin embargo, algunos no cuentan con los permisos ni el personal necesario para funcionar de forma óptima. Esto se presta para maltratos y casos de negligencia.

Blue, un perro de raza pug, fue víctima de uno de estos establecimientos. Según cuenta su familia, fue llevado a la clínica veterinaria Casa de las Mascotas SAS para un procedimiento de casación; sin embargo, salió sin vida del lugar. 

La explicación de los médicos veterinarios fue que el canino había fallecido debido a una apnea y broncoaspiración durante la cirugía, complicaciones asociadas a su raza braquicéfala; sin embargo, para la familia, esto fue un caso de negligencia. 

Para comprobar sus teorías, llevaron el cuerpo de Blue a la Universidad Nacional para un informe patológico, el cual determinó que la causa de muerte fue un atrapamiento epiglótico del paladar blando, agravado por el síndrome braquicéfalo, que resultó en una obstrucción de las vías aéreas y posterior hipoxia.

Según los expertos, la veterinaria no realizó los exámenes previos necesarios para verificar el óptimo estado de salud de Blue y tampoco contaba con las herramientas necesarias para salvarle la vida en caso de una complicación.

Por lo anterior, los dueños del can decidieron demandar al establecimiento y en fechas recientes un juez fallo a favor indicando que la veterinaria deberá pagar por los daños morales causados a la familia de Blue.

El Juzgado 84 Civil de Bogotá ordenó al los representantes de la veterinaria pagar una suma de cuatro millones de pesos por el daño moral causado a los dueños del pug y 1.307.000 pesos adicionales por perjuicios materiales.

Por otra parte, el tribunal de ética veterinaria decidió suspender por cuatro meses al veterinario responsable del procedimiento de Blue, luego de determinar que su muerte fue consecuencia de negligencia médica.

Esta sentencia sienta un precedente importante para que las clínicas veterinarias se acojan a los parámetros legales y acaten las normas sanitarias y de funcionamiento para evitar más muertes por negligencia.