¿Cómo hacer que un niño pierda el miedo a los perros?

Es sorprendente el gran vínculo que puede existir entre un niño y un perro, pues estos dos seres tienen la misma característica particular que resalta en su personalidad: la nobleza; y es que una mascota puede llegar a ser, incluso, un niño más, y este también puede ser un motivo por el cual se la llevan tan bien.

Sin embargo, esto no sucede siempre en todos los niños pues hay quienes no sienten mucho agrado por estos seres, y algunos otros tardan un poco más en desarrollar este sentimiento por los animales, debido al miedo que, por lo general, los infantes tienen por estas especies.

No obstante, hay formas de remediarlo, para que logren comprender que las mascotas no representan ningún tipo de peligro y que, por el contrario, pueden llegar a convertirse en sus mejores amigos; esto se logra incentivándoles el amor por los animales. Estos son algunos consejos con los que podrás conseguirlo.

No lo obligues

Muchos padres cometen el error de obligar a sus hijos a acercarse a los animales aun cuando evidencian que tienen un gran miedo por ellos; el primer paso es reconocer el miedo y alejarlo, así el niño no lo asociará con una mala experiencia.

Apóyalo

Es indispensable que aprendas a ponerte en su lugar, pues no es fácil superar un miedo y no es algo que se logra de la noche a la mañana. Hazle saber que lo apoyas en su proceso y que entiendes por el temor que está pasando.

Evita malas experiencias

Cuando el niño esté preparado y tomes la decisión de motivarlo a acercarse a un perro, primero asegúrate de que no corra riesgos. Pregúntale al dueño del perro si es amigable y cómo debes acariciarlo, de esta forma evitarás que el niño pase por un mal momento que incremente su miedo.

Enséñale

Debes mostrarle al niño cómo debe conocer y saludar a una mascota para que él sienta más confianza de hacerlo. Además, explícale las razones por las que a los perros les gusta olfatear y lamer para que no se lleve un susto.

Utiliza comida

La forma más fácil de que un niño se acerque a un perro y decida repetir el proceso una y otra vez es teniendo la oportunidad de darle algo de comida, como una galleta; sin embargo, asegúrate de que el perro tenga su correa puesta, y nunca te retires de su lado para enseñarle a hacerlo sin que llegue a morderlo.