En inexplicable hecho voluntaria de hogar de paso esperaba 30 gatos, pero le entregaron 400

Una joven mujer de Bogotá que entrega parte de su tiempo a la noble labor de cuidar de animales desamparados en hogares de paso se encontraba esperando la llegada de 30 gatos provenientes de la ciudad de Valledupar, que al igual que muchas ciudades colombianas, en especial de la costa norte, han visto un impresionante aumento en la población de gatos debido a la pandemia.

La joven que se encontraba expectante y muy animada por la llegada de los 30 animalitos a los que se les brindaría mejores condiciones de vida y se les rescataría de una segura muerte en las calles de la capital del departamento del Cesar se llevó la más desagradable y triste sorpresa de su vida, porque en lugar de 30 felinos le llegaron 400.

La indignación de la joven fue mayor porque los gatos venían en las peores condiciones de transporte dentro de una pequeña camioneta, en guacales en los que se podían instalar un par de animales, fueron alojados 30 o más, además la mayoría de los gatos venían en mal estado de salud luego de tan largo y asfixiante viaje.

Las personas que trajeron los animales los evacuaron rápidamente y los dejaron apostados a la entrada del lugar acordado para su entrega y mientras la voluntaria y una compañera no daban crédito a lo que estaban viendo, emprendieron la huida sin dar tiempo para llamar a las autoridades.

La Policía Ambiental y la Unidad de Protección Animal del Distrito de Bogotá se hicieron presentes para atender el caso y constataron las malas condiciones de los animales, muchos de ellos se encontraban con problemas de asfixia, diferentes enfermedades y se estima que 100 de ellos estaban muertos.

Un panorama aún más aterrador se encontró, pues en el “cargamento” de animales algunos estaban desmembrados, las extremidades estaban dispersas entre los contenedores y algunos tenían heridas abiertas en sus vientres.

Las autoridades se encuentran realizando las investigaciones para saber si esto se trata de un caso de tráfico de animales, las jóvenes fueron engañadas en su buena fe y ahora, junto con otras organizaciones animalistas, luchan por salvar la vida a estos animalitos y poder entregarles un hogar que los quiera y proteja.