Los gatos son los que más sufren con el cambio de rutinas en el confinamiento

Hoy en día los gatos son una de las mascotas más apetecidas por muchas personas debido a un rasgo muy particular de su personalidad: la independencia. Este factor hace que sean uno de los animales preferidos, debido a que requieren menos atenciones y cuidados que un perro; de ahí que puedan quedarse solos mucho más tiempos sin que haya ningún problema.

Sin embargo, desde que comenzó la emergencia sanitaria por el COVID-19 han tenido que modificar muchas de sus rutinas, teniendo en cuenta que ahora están obligados a permanecer mucho más tiempo con sus dueños, por la cuarentena. 

“Ha sido una alteración muy fuerte para ellos. Cualquier cambio de rutina para un gato tiene un efecto negativo. Antes del confinamiento estaban acostumbrados a una rutina y ahora ha habido, en algunos casos, un descenso importante de su territorio, de sus tiempos y zonas de descanso”, explica Susana García, coordinadora de un hospital veterinario en Madrid, España.

Es este el motivo por el que comienzan a atravesar por periodos de estrés y ansiedad que se pueden ver manifestados también en algunas complicaciones de su salud, como problemas de cistitis y obstrucciones urinarias.

Los expertos aseguran que todo depende de la personalidad del gato, pues hay algunos que suelen aceptar los cambios mucho mejor que otros; no obstante, es importante respetar su naturaleza y darles el espacio que necesitan cuando quieran aislarse, más aún cuando pasan mucho más tiempo con sus dueños en casa.

“El gato busca un sitio para comer y descansar. Si hay muchas personas, quizás ocupen el espacio que le corresponde y eso le perjudica, y es ahí cuando su comportamiento se altera”, indica García.

Si no se llevan a cabo este tipo de acciones de permitir que el gato asimile la nueva rutina a su tiempo, puede comenzar a deteriorarse la relación entre el animal y sus dueños, además, comenzará a actuar de forma extraña, orinando en lugares en los que no debe hacerlo, haciendo daños, o volviéndose un poco más agresivo.

Por otro lado, también se debe prestar mucha atención en el momento en el que el confinamiento finalice pues, si ya se había acostumbrado a estar con sus dueños, nuevamente puede experimentar un cambio de rutina muy brusco que volverá a alterar su comportamiento. En este proceso solo se necesita paciencia y comprensión.