¿Los perros sienten frío como las personas?

Por mucho tiempo ha surgido el debate sobre el tema de los efectos de los cambios de temperatura en los animales, en especial en los perros; al respecto, hay quienes piensan que ellos no pueden llegar a sentir frío pues tienen una gran capa de pelo que los protege.

Sin embargo, te sorprendería saber que esto no es del todo cierto y que, a pesar de que este sí es un factor de gran ayuda, no es suficiente para que estén completamente resguardados de las bajas temperaturas, y ellos no tienen la misma fortuna del ser humano de poder cubrirse con algo de ropa o usar sistemas de calefacción, según lo afirman los expertos.

Esto se debe a que es una capa muy delgada la que los cubre, aún si se trata de un perro de pelo largo, sin embargo, estos últimos podrían estar un poco más protegidos que aquellos que tienen pelo corto; sea cual sea el perro, necesita cuidados para no enfermar por el frío.

De hecho, puedes identificar muy fácilmente que tu perro está sufriendo por el frío, pues comenzarán a ser demasiado notorias algunas señales como los temblores, la rigidez en sus músculos, la somnolencia, la respiración demasiado lenta, la piel y la nariz reseca, y la búsqueda constante de lugares pequeños, encerrados o esquinas.

¿Cómo protegerlos?

• No lo dejes en la calle, así tengas un espacio para hacerlo como un jardín o un balcón; tu perro quedará demasiado expuesto y puede enfermar, de hecho, es posible que se le comience a resecar la nariz, y esta es una señal de que le está afectando.

• Puedes optar por comprar prendas de ropa que están especialmente diseñadas para las mascotas como protección contra el frío, aunque debes asegurarte de adquirir algo que sea cómodo para tu peludito, no solo que se le vea bonito.
• Dale una cobija. Déjalo que tenga su propia manta con la que lo puedes cubrir mientras duerme en los días con temperaturas más bajas.
• Sácalo al sol siempre que sea posible. Al igual que como sucede con el ser humano, es indispensable que los animales reciban un poco de los rayos del sol para que el calor se concentre en su cuerpo.