Tierna escena: Un gato intenta llamar la atención de su amigo perruno

Desde hace mucho tiempo se conoce esa falsa teoría de que los perros y los gatos no pueden llegar a convivir juntos, pues son fieles enemigos, argumentos que a medida que pasa el tiempo van quedándose sin validez, pues ya son muchos los hogares en el mundo que tienen como mascotas a estas dos especies sin ningún inconveniente.

De hecho, a diario se pueden observar toda clase de fotos y videos en redes sociales donde se demuestra que hasta pueden llegar a ser grandes amigos, solo se trata de educarlos correctamente y enseñarles a llevarse bien. 

En esta ocasión te presentamos un caso que, precisamente, integra a un perro y un gato que pertenecen a un mismo hogar y que, al parecer, se la llevan bastante bien. Su dueña se encargó de registrar el momento en el que estos dos animalitos protagonizan una tierna escena, sin poder contener la risa al observar su comportamiento.

Aparentemente, este felino notó que su compañero perro estaba recostado tranquilamente en su cama para poder descansar y dormir un poco, actitud con la que no estuvo de acuerdo pues él tenía ganas de jugar; por este motivo, tomó la decisión de acercarse a despertarlo.

En las imágenes se puede observar la forma en la que llega, se sienta justo en frente de la cama del can y lo analiza con detenimiento, posteriormente decide llamar su atención para que pueda notar su presencia, a lo que pone su pata sobre el cuerpo del perro, como si estuviera intentando levantarlo.

Dicha reacción causó mucha ternura en los internautas que observaron el video, luego de que fuera publicado por la cuenta ViralHog en YouTube y replicado en algunas redes sociales; lo más curioso es que este felino realizó dicho movimiento con su pata por varios segundos, decidido a no darse por vencido, sin lograr ninguna respuesta satisfactoria del can, pues él no tenía ni la más mínima intención de levantarse.

Finalmente, el gato agotó todos sus esfuerzos y se dio cuenta que no tenía sentido y su amigo no iba a pararse de allí, lo que significaba que tendrían que dejar el juego para después; por esta razón, se quedó sentado justo en frente de él, sin moverse ni un poco. Si no se podía jugar, por lo menos sería una gran compañía.