Cuidado facial: estas rutinas podrían estar dañando tu piel, lo que debes hacer para reemplazarlas

El cuidado facial es un tema que ha cobrado mayor relevancia en los últimos años. Cada vez surgen más productos, rutinas y tratamientos para conservar la juventud del rostro por más tiempo; sin embargo, pequeños hábitos pueden hacer la diferencia, tanto de forma positiva como negativa.

Gracias a las redes sociales y el internet hoy en día es muy fácil acceder a tips y consejos de belleza; no obstante, no todos son buenos ni tienen sustento profesional, por ello debemos tener cuidado con aquellos que ponemos en práctica. A continuación te compartimos 6 rutinas de cuidado facial que podrían estar dañando tu piel. 

1. Exfoliar en exceso: hoy en día encontramos en el mercado una gran cantidad de opciones para exfoliar nuestro rostro de forma física y química, como cepillos, cremas y ácidos; sin embargo, el uso inadecuado de estos productos puede provocar irritación y acabar con la barrera protectora de la piel. 

2. No aplicar los productos en el orden correcto: para nadie es un secreto que cada producto tiene su función y, por ende, un orden de aplicación. La recomendación es esparcir primero los productos más ligeros y de últimas los más densos. Deja un tiempo entre aplicación para permitir su absorción. 

3. No lavar las brochas de maquillaje: estos utensilios, que nos facilitan la vida, suelen acumular grasa y bacterias que pueden transferirse a nuestro rostro, provocando acné e incluso hongos. Recuerda que las brochas deben lavarse al menos una vez a la semana.

4. Dormir con fundas de materiales rugosos: elegir el tipo adecuado de funda de almohada es fundamental para evitar la aparición de arrugas prematuras. Se recomienda el uso de materiales suaves, como la seda o el satén, para reducir la fricción.

5. Utilizar la misma toalla para la cara y el cuerpo: esta es una práctica que realizan la mayoría de personas; sin embargo, si quieres conservar tu piel linda y joven por más tiempo debes cambiarla. Se recomienda tener una toalla de algodón o microfibra de uso exclusivo para el rostro. 

6. Tocarte la cara todo el tiempo: las manos suelen estar expuestas constantemente a microorganismos que pueden transferirse a la cara si la tocamos constantemente. Debemos abstenernos de hacerlo a menos de que tengamos las manos completamente limpias.