San Olegario, intercesor de los necesitados: oración poderosa para superar dificultades económicas

San Olegario fue un destacado obispo de Barcelona y arzobispo de Tarragona durante el siglo XII, hijo de una familia noble. Desde muy temprana edad, decidió dedicar su vida al servicio de los demás, convirtiéndose en una figura muy importante para el catolicismo. 

Gracias a la educación que recibió por parte de sus padres en la catedral de Santa Cruz de Barcelona, asumió roles episcopales en su juventud para brindar ayuda a los más necesitados. Fundó la colegiata de Santa María de Tarrasa para dar educación a los pobres.

Participó activamente en la renovación de la Iglesia, y tras su muerte el 6 de marzo de 1137, se le atribuyeron múltiples milagros de sanación de enfermos, liberación del cautiverio y estabilidad económica, por los cuales fue canonizado por el Papa Clemente X. 

La iglesia católica celebra el día de San Olegario el 6 de marzo de cada año, fecha que los fieles aprovechan para pedir su intercesión y milagros económicos. A continuación te compartimos una poderosa oración de la web Catholic.net.

Oración a San Olegario para pedir un milagro económico

Glorioso San Olegario,
a quien tanto poder el cielo ha dado,
santo y sabio abogado mío,
apiádate de mi y escucha mi súplica.
 
Tu que poseíste el don de la elocuencia,
fuiste pastor de tantas almas,
y estuviste lleno de la gran caridad
que durante toda tu vida practicaste,
se hoy mi abogado ante Dios, Señor Nuestro,
y obtenme la solución a mis grandes dificultades,
pues mis necesidades y carencias son tan grandes
que no puedo solucionarlas por mí mismo.

Ayúdame santo mío, a conseguir un milagro,
facilidad para poder salir de tanto agobio y sufrimiento
causado por las graves deudas contraídas
durante este tiempo de estrecheces,
de penurias económicas y aflicciones.
 
Mi confianza en ti, no conoce límites
y se que poniendo en tus benditas manos
la solución a mis penurias, no tardaré
en recibir, por tu intercesión,
el favor que con tanta fe te suplico.
 
Amén.