Oración a los santos Francisco y Jacinta Marto por la protección de los niños del mundo

Los santos Francisco y Jacinta Marto fueron dos hermanos portugueses que, junto a su prima Lucía dos Santos, fueron testigos de las apariciones de la Virgen María en Fátima, en 1917. Estos niños elegidos por Dios recibieron mensajes de oración, penitencia y conversión por parte de la santísima madre. A partir de entonces, aceptaron el sufrimiento como sacrificio por la conversión de los pecadores.

Tras varios años de servicio a la comunidad y a la iglesia, ambos jóvenes contrajeron la gripe española en 1918. Tras sufrir complicaciones, Francisco falleció el 4 de abril de 1919 y Jacinta el 20 de febrero de 1920.

Después de su muerte, se atribuyeron numerosos milagros a su intercesión, entre estos, la cura y protección de niños enfermos. Por eso, hoy en día muchos creyentes acuden a estos santos para pedir el cuidado y la seguridad de los menores.

Actualmente, Francisco y Jacinta son patronos de los niños, de los enfermos y de las víctimas de epidemias. Su ejemplo de amor y entrega ha inspirado a muchos a vivir con fe y devoción. A continuación te compartimos una poderosa oración de la web Comunita Cenacolo. 

Oración a los santos Francisco y Jacinta Marto

Nuestra Señora de Fátima,
dos pastorcitos pobres y simples,
tú que elegiste a Francisco y Jacinta,
para anunciar al mundo los deseos
de tu Corazón Inmaculado,
ayúdanos a recibir tu mensaje de conversión, para que liberados del pecado
podamos vivir una vida nueva.
Santos Francisco y Jacinta,
ustedes que rezaron intensamente,
haced que el momento de la oración diaria sea el corazón de cada día.
Ustedes, que aunque eran niños
fueron capaces de ofrecer
grandes sacrificios a la Virgen María
para la salvación de los pecadores, ayúdennos a no desperdiciar
las pequeñas cruces cotidianas
sino a transformarlas en ofrendas preciosas
y agradables a Dios
para la salvación del mundo.
Nuestra Señora de Fátima, 
por intercesión de los Santos Pastorcitos Francisco y Jacinta,
cuida a todos los niños del mundo, especialmente a los más pobres
y abandonados.
Haz que también ellos encuentren
en tu Corazón inmaculado y materno,
refugio y protección.
¡Santos Francisco y Jacinta,
rueguen por nosotros!