Después de 4 meses de oscuridad en la Antártida la ESA fotografía un hermoso amanecer

De acuerdo a la información suministrada por la Agencia Espacial Europea, el equipo de 12 miembros que reside en esa zona del territorio presenció el momento después de más de cien días sin ver la luz del sol. 

El médico patrocinado por la ESA, Hannes Hagson, tomó esta fotografía desde la puerta de entrada de la Estación a principios del 5 de agosto. “El tiempo aquí tiene la extraña cualidad de pasar muy rápido y muy lento al mismo tiempo”, compartió, “¡y en solo dos días esperamos que el sol regrese para honrarnos aquí a 75 grados sur! La luz del día que regresa ciertamente nos tiene a todos animados y comenzando a sentir el comienzo de la parte final de esta aventura”. Indica la ESA. 

Este fenómeno no es una novedad puesto que es normal que los polos, ubicados en los extremos de la Tierra, vivan periodos de total oscuridad durante algunos meses del año. Al sur del círculo polar antártico durante el solsticio de verano no se pone completamente el sol y durante el solsticio de invierno no sale.

Esto se debe en gran parte, a su ubicación ya que la mayor parte del globo terráqueo normalmente se divide en cuatro estaciones mientras la Antártida solo en dos. En los meses de verano parece que el sol rebota en el horizonte para ofrecer 24 horas de claridad, mientras que el invierno la estrella de nuestro Sistema Solar ni siquiera se digna a aparecer.

La imagen que fue compartida en la página oficial de la Agencia Espacial, recrea un horizonte bañado por colores vivaces entre naranjas, rojos y desvanecidos como el rosado, que al conjugarse con el blanco rectifican que el fin del invierno ha llegado. Por otra parte, la imagen se acompaña de la siguiente descripción: “El tiempo aquí tiene la extraña cualidad de pasar muy rápido y muy lento al mismo tiempo. La luz del día que regresa ciertamente nos tiene a todos animados y comenzando a sentir el comienzo de la parte final de esta aventura”.

En cuanto a la investigación por parte de Hans se sabe que se basa en la recopilando datos de muestras de orina, heces y sangre de la tripulación, así como medidas cognitivas y psicológicas a través de cuestionarios para estudiar los efectos de entornos aislados, confinados y extremos en el cuerpo humano.