Por: Camila Mendez Sastoque • Colombia.com

Investigación en las atmósferas planetarias abren la posibilidad de vida en otros mundos

La investigación en las atmósferas planetarias ha abierto la posibilidad de encontrar vida en otros mundos. Estudiar estos campos es clave para determinar si es posible albergar vida allí.

Foto: Pexels Wls Amy1006
Foto: Pexels Wls Amy1006

La investigación en las atmósferas planetarias ha abierto la posibilidad de encontrar vida en otros mundos. Estudiar estos campos es clave para determinar si es posible albergar vida allí.

Las investigaciones sobre qué planetas y satélites podrían tener condiciones adecuadas para albergar vida humana futura continúan en marcha. Los estudios más recientes se han centrado en las lunas que orbitan alrededor de planetas con agua líquida, un componente clave en la evolución química que genera vida y que también ayuda a definir el tipo de clima existente en estos lugares.

Las lunas podrían ser habitables si mantienen una temperatura adecuada, es decir, ni demasiado caliente ni demasiado fría. De hecho, se ha descubierto que hay satélites que no tienen una estrella madre, pero que tienen lunas en órbitas estrechas que se unen gravitacionalmente. Esto podría funcionar en Júpiter, donde algunas de las lunas tienen el tamaño de la Tierra.

“Modelamos este entorno y descubrimos que, en condiciones específicas y suponiendo parámetros orbitales estables a lo largo del tiempo, se puede formar esa agua líquida en la superficie de la exoluna”, explica en un comunicado Tommaso Grassi, del Institulo Max Planck de Física Extraterrestre.

Foto: NASA
Foto: NASA

Con el tiempo, las órbitas de las lunas extrasolares alrededor de los planetas anfitriones pueden volverse más circulares y menos excéntricas. Este proceso disminuye las fuerzas de marea y, por lo tanto, la eficacia del calentamiento interno. En una colaboración innovadora, se ha creado un modelo realista y novedoso que es capaz de prever la evolución de las órbitas de las lunas a lo largo de escalas de tiempo prolongadas, abarcando miles de millones de años, lo que es necesario para la evolución de la vida en estos cuerpos celestes.

En conclusión, las lunas del tamaño de la Tierra con atmósferas similares a las de planetas como Júpiter y Venus podrían ser excelentes candidatos para explorar la posibilidad de vida y crear opciones para la vida humana en otros satélites en el futuro.