Los mejores avances científicos del 2011
El progreso de una vacuna contra la malaria en la cual ha trabajado el español Pedro Alonso se cuenta entre los avances científicos más importantes de 2011, anunció la revista Science.
Colombia.com - Tecnología
El progreso de una vacuna contra la malaria en la cual ha trabajado el español Pedro Alonso se cuenta entre los avances científicos más importantes de 2011, anunció la revista Science.
El galardón del año se lo llevó un trabajo encabezado por Myron Cohen, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, que estudió una prueba clínica sobre la infección con el virus de inmunodeficiencia humana entre 1.763 parejas heterosexuales de Brasil, India, Tailandia, Estados Unidos, Botsuana, Kenia, Malawi, Sudáfrica y Zimbabue.
La prueba demostró que las personas infectadas con el VIH tienen 96 por ciento menos de probabilidades de contagiar el virus a sus parejas si toman medicamentos anti retrovirales (ARV).
Las conclusiones pusieron fin a un largo debate acera de si los compuestos ARV podrían dar un beneficio doble tratando el virus en el paciente y, al mismo tiempo, cortando las tasas de transmisión.
Sobre la base del trabajo que encabezó Cohen, indicó la revista Science, ahora es claro que los ARV pueden proporcionar tratamiento al igual que prevención cuando se trata del VIH.
Entre los otros nueve "avances" finalistas en la selección anual de la revista Science figuró una vacuna que podría proteger a la mitad de los niños expuestos a la malaria y que pasó un hito crítico en su desarrollo con las pruebas clínicas en África.
Los primeros resultados del ensayo clínico de Fase III de la vacuna denominada RTS,S muestran que protege en gran medida a los niños africanos frente a la malaria clínica y grave.
Después de un seguimiento de doce meses, el ensayo, realizado en once centros de investigación repartidos en siete países del África subsahariana, ha mostrado que tres dosis de RTS,S reducen un 56 por ciento el riesgo de que los niños sufran malaria y un 47 por ciento en el caso de la malaria grave, según el artículo.
"Se trata de una gran noticia, pero es fundamental mantener la investigación y el desarrollo de nuevas herramientas para luchar contra la enfermedad", dijo Pedro Alonso, un epidemiólogo español cuyo equipo realizó las investigaciones durante la última década.
Las investigaciones se llevaron a cabo en el Centro de Investigación de Salud de Manhiça (CISM) de Mozambique y el Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB) perteneciente al Hospital Clínico de Barcelona y a la Universidad de Barcelona.
Por su parte los astrónomos que usaron los telescopios de diez metros en el Observatorio W.M. Keck se ubicaron entre los finalistas por su descubrimiento de dos nubes de gas prístino que podrían ser remanente de la Gran Explosión en el comienzo del universo.
Las nubes son demasiado difusas como para formar estrellas y no muestran trazas de "metales", que es el término que emplean los astrónomos para cualquier elemento más pesado que el hidrógeno y el helio. Esa ausencia indica que esos gases nunca han estado involucrados en la formación de estrellas en los dos mil millones de años desde la explosión inicial y su descubrimiento, según los científicos.
Dos esqueletos fosilizados, descubiertos en Sudáfrica en 2010, y que datan de 1,5 a 4,2 millones de años, permitieron a los científicos de la Universidad de Witwatersrand ubicarse entre los "descubrimientos del año" con la identificación de una nueva especie de ancestros de humanos: Australopithecus sediba.
El estudio del código genético de humanos antiguos y modernos permitió el descubrimiento de que muchos humanos todavía son portadores de variantes de ácido desoxirribonucleico heredado de humanos arcaicos, explicó Science.
Un estudio este año reveló la forma en que los humanos arcaicos probablemente moldearon el sistema de inmunidad de los humanos modernos y el análisis de los fósiles de A. sediba mostró que los homínidos antiguos poseían rasgos tanto primitivos como de Homo. EFE