El enorme crecimiento del iGaming en Colombia

Según diversas estimaciones, la industria global de iGaming podría alcanzar un valor de más de $100 mil millones para 2025, con tasas de crecimiento anual compuestas que superan el 10%.

El iGaming no deja de crecer en Colombia. Foto: Shutterstock
El iGaming no deja de crecer en Colombia. Foto: Shutterstock

Según diversas estimaciones, la industria global de iGaming podría alcanzar un valor de más de $100 mil millones para 2025, con tasas de crecimiento anual compuestas que superan el 10%.

Colombia ha sido el primer país de América Latina en regular completamente los juegos de azar en línea, como los de casinos.com. Una regulación que data del año 2016, y que estableció un marco legal claro y seguro para las operaciones de iGaming, abriendo las puertas a una avalancha de inversiones tanto nacionales como internacionales. De hecho, el marco regulatorio colombiano ha sido considerado un modelo a seguir para otros países latinoamericanos.

Historia y regulación del iGaming en Colombia

El iGaming en Colombia tiene una historia marcada por su enfoque pionero en la regulación de juegos de azar en línea. En 2016, Colombia se convirtió en el primer país de la región en regular los juegos de azar en línea con la promulgación de la Ley 1753 y su posterior Decreto 356, que establecieron las bases legales para operar juegos de casino, apuestas deportivas, póker, y otros formatos en línea.

El regulador Coljuegos, diseñó un sistema de licencias que permitió a los operadores nacionales e internacionales ingresar al mercado bajo condiciones claras y competitivas, y donde uno de los aspectos más destacados del marco regulatorio colombiano es su capacidad de adaptación. La normativa ha sido actualizada continuamente para abordar la inclusión de nuevas tecnologías y modalidades de juego, de manera que el mercado siga resultando atractivo tanto para jugadores como para operadores.

Desde su implementación, el mercado colombiano de iGaming ha mostrado un crecimiento sostenido. En 2023, las ventas superaron los COP 10 mil millones, y es que la confianza de los jugadores se ve respaldada por un entorno regulatorio estable que ofrece certeza jurídica y un marco fiscal atractivo, que ha llevado a Colombia a convertirse en un centro de referencia para el iGaming en la región.

El imparable crecimiento de los juegos de casino en línea en Colombia

Además de la regulación favorable, la adopción tecnológica masiva también ha jugado un papel importante en la expansión del mercado de los videojuegos. Con el uso generalizado de dispositivos móviles, los juegos en línea están disponibles para un amplio espectro de la población. Otras tecnologías de inteligencia artificial y análisis de datos también han permitido a los operadores personalizar la experiencia del usuario y ofrecer promociones más atractivas para maximizar la retención de jugadores.

Pero la demanda de los consumidores colombianos ha marcado un punto de inflexión en este crecimiento. El mercado responde a un interés cultural significativo en las apuestas y juegos de azar, que ha sido amplificado por la oferta cada vez más diversa y sofisticada de juegos disponibles en línea. Apuestas deportivas o juegos de casino en vivo, se adaptan a las preferencias locales para atraer y retener a los jugadores.

Por su parte, los operadores han desarrollado estrategias para diversificar su cartera, introduciendo nuevas modalidades de juego y experiencias interactivas que mantienen la atención de los jugadores. Sin duda, la colaboración entre operadores y reguladores ha asegurado que el mercado crezca en términos de ingresos, sin dejar de mantener altos estándares de integridad y seguridad.

¿Cómo impacta el iGaming en la economía colombiana?

Desde la regulación formal del sector en 2016, el iGaming ha generado un flujo constante de ingresos fiscales que ha reforzado considerablemente las arcas del gobierno. Estos ingresos provienen principalmente de impuestos sobre las apuestas y licencias otorgadas a operadores.

Más allá de la recaudación fiscal, el iGaming también ha estimulado la economía a través de la generación de empleo directo e indirecto. Las empresas de iGaming han creado miles de puestos de trabajo, como desarrolladores de software, especialistas en marketing, personal de atención al cliente y expertos en cumplimiento normativo, y generado un efecto multiplicador en sectores relacionados, como la tecnología y la publicidad.

El iGaming también ha incentivado la formalización de la economía en sectores que históricamente operaban en la informalidad, como las apuestas deportivas. A través de plataformas legales y reguladas con licencias, el gobierno ha conseguido controlar a un segmento del mercado que anteriormente evadía impuestos y operaba sin supervisión.

Además, la regulación del iGaming ha fomentado la inversión extranjera directa. Inversiones que además de capital, también aportan conocimiento y tecnología que ha conseguido mejorar el nivel de competitividad de la industria local.

Comparación de Colombia con otros mercados de iGaming en la región

A diferencia de otros países de la región que aún operan en gran parte en la informalidad o con regulaciones restrictivas, el marco legal establecido por Colombia permitió desarrollar un mercado competitivo y seguro. Brasil, por ejemplo, sigue en etapas preliminares de regulación, y México, aunque tiene un mercado activo, carece de la claridad y consistencia regulatoria que Colombia ha implementado.

Sin duda, la colaboración entre el sector público y privado en Colombia ha contribuido de manera decisiva a su éxito. Una sinergia que contrasta con otros países de la región donde la falta de comunicación y colaboración entre las partes interesadas ha ralentizado el desarrollo del mercado de iGaming.