Por: Prensa UNAL • Colombia.com

Crisis en las relaciones familiares en tiempos del coronavirus

La cuarentena también hace de las suyas en el bienestar emocional de las familias.

Crisis familiar en aislamiento. Foto: Shutterstock
Crisis familiar en aislamiento. Foto: Shutterstock

La cuarentena también hace de las suyas en el bienestar emocional de las familias.

La convivencia en confinamiento que experimentan las familias a causa de la pandemia por el coronavirus ha desencadenado una crisis no solo desde el área de la salud, sino también en los aspectos económico, emocional y social.

Estos efectos se ven en la mayoría de los hogares colombianos, donde padres y cuidadores sienten angustia e incertidumbre, no solo ante el riesgo de enfermarse, sino también frente a la relación con sus hijos en un contexto desconocido: el confinamiento.

Así lo afirmó el profesor Miguel Eduardo Barrios Acosta, del Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en su charla “Relaciones entre padres e hijos en el encierro”.

No es la mismo compartir un espacio de 60 m2 con personas en condiciones rutinarias normales, que hacerlo por tiempo indefinido. Actualmente estamos compartiendo ese mismo espacio, ya no un rato ni 24 horas ni un fin de semana, sino días tras días”, señala el profesor.

“Es en estos momentos cuando la idea de vivir espacios propios comienza a fallar, y el contexto ‘cuarentena por pandemia’ comienza a cobrar una dimensión importante. Ello obligaría a que los niños estén en hogares que les ofrezcan las condiciones mínimas de seguridad, lejos de cualquier posible escenario de violencia familiar”, agrega.

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En este escenario se debe pensar en distintos registros y estadísticas como las tasas de depresión, de relacionamiento violento y de violencia entre parejas que infieren directamente en el bienestar y la seguridad de los menores de edad, hoy confinados en sus hogares.

El profesor Barrios asegura que la mayoría de los adultos tienen dificultades para afrontar el reto que representa manejar sus impulsos y emociones como la frustración, haciendo que, en la mayoría de los casos, la afectación y las reacciones lleguen a los más débiles, que en este caso serían los hijos.

Estilos parentales en las relaciones

Desde el punto de vista de la crianza, la calidad del relacionamiento entre padres e hijos depende, en parte, de los distintos estilos parentales que tienen los adultos para la orientación a sus hijos.

Dichos estilos son el autoritario cuando hay más control que vínculo con los hijos, el negligente que es poco control y poco vínculo, el permisivo con poco control y mucho vínculo, y el autoritativo o matrístico, en el cual hay un control equilibrado y un vínculo seguro.

En pro de facilitar una emocionalidad sana en la familia se debe manejar el estilo parental matrístico, en el cual los padres deben ser amorosos y protectores, pues eso alude a la protección de la emocionalidad de los niños.

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Un reto para los padres

A lo largo de las generaciones, los adultos se han acostumbrado a dejar la responsabilidad de la educación y el seguimiento escolar en los colegios. Sin embargo, en el contexto actual, los padres o cuidadores se han visto inmersos en el proceso instructivo y académico de sus hijos, lo que puede generar problemas en la emocionalidad del adulto y en la capacidad de manejar los retos que requiere la situación.

Diariamente, muchos adultos se ven enfrentados a la capacidad de autogestionarse, de autocontrol, de manejar el relacionamiento para superar conflictos entre padres e hijos, y otros riesgos que ocasiona el contexto de historicidad de proyecto de vida y relaciones previas desde el punto de vista del cuidado y la crianza.

El confinamiento obliga a analizar aspectos sociales y de política pública, pero también a hacer una introspección dentro del núcleo familiar, sobre el cuidado y las capacidades de crianza de los hijos.