Grasa corporal: ¿Cuál debería ser tu porcentaje?

Cuando queremos bajar de peso, lo que solemos hacer es ir corriendo a buscar la báscula para pesarnos y marcarnos unos 'kilos a perder'. Pero ¿sabemos de qué kilos hablamos?

A menudo, la gente se pregunta cómo puede controlar su peso y lo primero que se debe hacer es dejar la obsesión con la báscula, a veces es preferible fijarse en cómo le sienta la ropa. Todos tenemos esos jeans en los que entramos cuando estamos en nuestro mejor momento o que nos aprietan un poco cuando hemos cogido unos kilitos.

Otra razón por la es preferible no sufrir con la báscula es que, al hacer más deporte, se pierde grasa y se gana músculo, que pesa más que la grasa. Así que, por ejemplo, una persona que se note más delgada que hace unos años puede pesar más porque ha perdido grasa y ha ganado masa muscular.

Para estar saludable y estar en forma, un hombre debería tener alrededor de un 12-19% de grasa corporal, mientras que el de una mujer tendría que rondar entre un 20-27%, pero siempre hay que fijarse en la edad, constitución y estilo de vida de cada uno.

Mirándote al espejo

Nos conocemos mejor que nadie y sabemos exactamente dónde hemos acumulado más grasa. También puedes hacerte la típica foto del antes y después que te motivará mucho a la hora de mantener un plan de adelgazamiento.

Con un plicómetro

El plicómetro es un aparato que permite medir tres pliegues cutáneos y analizar los valores que muestra el calibre. Es el método más sencillo para calcular la grasa corporal y se puede realizar con un entrenador o nutricionista.

Con una impedancia bioeléctrica

En este caso, un aparato manda una señal eléctrica (que nosotros ni notamos) a nuestro cuerpo mediante unos electrodos colocados en los pies y en las manos. La velocidad con la que se envía y se recibe la señal es la que determina la cantidad de grasa corporal. También se puede hacer en un gimnasio o con un nutricionista.

¿Cómo eliminar la grasa corporal?

- Haciendo entrenamientos interválicos de alta intensidad (HIIT) combinados con ejercicios aeróbicos.
- Ingiriendo más grasas saludables: aguacate, salmón, frutos secos, etc.
- Ingiriendo más alimentos ricos en fibra.
- Eliminando los ultraprocesados, la bollería y los panes industriales.
- Descansando y durmiendo 8 horas.
- Hidratando tu cuerpo y bebiendo suficiente agua.

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