¿Los hombres mediocres les temen a las mujeres inteligentes?

La gracia de encontrar una pareja con la cual pasar el resto de tus días, es que tenga en mente proyectos similares a los de uno y que, al menos, vayan en la misma dirección y no que sus ideas referentes a cómo pasar la vida sean totalmente opuestas y en caso tal, al menos poder encontrar el punto de equilibrio.

Sé que fuiste feliz con él, que creíste no volver a encontrar el amor en alguien más, que tu esperanza de eternidad estaba a su lado, que tus ojos solo brillaban al tenerlo al frente y que, aunque la vida se encargara de mostrarte por medio de sus acciones cómo realmente era, jamás quisiste abrir tus ojos a la realidad y por ello, saliste con el corazón roto, pero no fue tu culpa, él perdió un tesoro de mujer que confiaba sin importar cómo fuera a terminar.

¿A qué le temen los hombres mediocres?

Un hombre mediocre le teme a un tipo de mujer como tú, que está dispuesta a entregar su corazón, su tiempo, su esmero, su pasión, su ternura y cada rincón de su ser con la única condición de poder sentirse segura en medio de los brazos de otro ser. ¡Para un hombre mediocre esto es mucho pedir!

Un mediocre puede aprovechar y valorar solo a una mujer intermitente, física, banal, efímera, pasajera, que al igual que él, no se compromete. Los hombres mediocres le tienen miedo al compromiso, a la eternidad, a la fidelidad, a la entrega, en pocas palabras, al ‘sacrificio de amar’.

Si eres víctima de un hombre que no te deja ir, pero tampoco te da el espacio en su vida y la prioridad, es hora de soltar aquello que te está asfixiando, es momento de darte un lugar y ser tu propia prioridad o, ¿cuántas veces le has pedido un poco de atención sin obtener resultado alguno? Las mujeres inteligentes también saben qué momento es el adecuado para irse.

Los hombres mediocres le temen a una mujer inteligente, a aquella que sabe cuáles son las prioridades en su vida, que se entrega sin medida y que se visualiza amando hasta el fin de sus días. ¡No te dejes engañar!, amar y pensar en eternidad, es de inteligentes.

También es posible querer quedarse solo/a, lo mediocre es no hablar, no aclarar las cosas y no saber frenar las situaciones en el momento adecuado para no generar ilusiones en las demás personas, aquellas que resultarán en corazones rotos. Ilusionar es de mediocres, tomar al toro por los cuernos, de valientes. ¡Pocos con tal capacidad!

¿Cuál es la solución?

Busca una persona que vea el mundo a tu modo: con brillo, con fe, con esperanza, con amor, con sinceridad, con entrega y honestidad… que anhele devorarse el mundo, pero que tenga en cuenta que aquel que va solo puede llegar más rápido, pero los que cuentan con buena compañía, llegan más lejos.

La solución es dejar a aquellos que intentaste mostrar tu perspectiva de vida, pero que no quieren ver la luz, que se quieren quedar en su oscura ignorancia de que el amor es pasajero, que la vida es mejor cuando viajas solo y que entre más gente tengas en tu lista de besos y amoríos, eres mejor... pensamiento de un total mediocre. Solo la vejez hace reflexionar y en ese entonces, puede ser demasiado tarde para que una mujer inteligente se encuentre con la disponibilidad de amarlo.