Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

2 oraciones de San Anselmo de Canterbury para conocer a Dios y curar tus pecados

Hoy te enseñamos dos increíbles oraciones de San Anselmo de Canterbury; una dedicada a Dios para tener el privilegio de conocerlo y otra a la Virgen María para curar tus pecados.

2 hermosas oraciones dedicadas a Dios y a la Virgen María. Foto: Shutterstock
2 hermosas oraciones dedicadas a Dios y a la Virgen María. Foto: Shutterstock

Hoy te enseñamos dos increíbles oraciones de San Anselmo de Canterbury; una dedicada a Dios para tener el privilegio de conocerlo y otra a la Virgen María para curar tus pecados.

San Anselmo de Canterbury nació en Italia en una familia acomodada de la región, siendo su padre noble y su madre familiar Otón I de Saboya. Siendo educado por los benedictinos, y recibiendo enseñanzas de su madre sobre el catolicismo, encontró su vocación a la vida religiosa, y a partir de dicho momento comenzó a forjarse su camino.

Esta vida cercana a Dios comenzó desde muy temprana edad cuando se unió a la Orden Benedictina, en la cual duró un largo tiempo; siendo aún monje, fue nombrado posteriormente abad de Santa María de Bec en Normandía, y allí comenzaron sus labores de predicación de la palabra de Dios y de reformación de la vida monástica.

Algunos años más tarde es elegido arzobispo de Canterbury, cargo en el que permaneció hasta el momento de su muerte, y en el que luchó incansablemente por la libertad de la Iglesia, enfrentándose a personas muy poderosas como lo fueron los reyes Guillermo II y Enrique I.

En vida escribió una gran cantidad de textos, entre los que se destaca Monologium, en el cual estudia todos los atributos de Dios, como ser supremo. Además, también se le atribuyen algunas oraciones, y hoy te enseñaremos 2 de ellas; una es para conocer a Dios, compartida por el portal ‘Aleteia’, y la otra es dedicada a la Virgen María para curar las llagas de tus pecados, compartida por el portal ‘Oración Para’.

Oración para curar tus pecados

¡Oh bendita entre todas las mujeres, que vences en pureza a los ángeles, que superas a los santos en piedad! Mi espíritu moribundo aspira a una mirada de tu gran benignidad, pero se avergüenza al espectro de tan hermoso brillo.

¡Oh Señora mía!, yo quisiera suplicarte que, por una mirada de tu misericordia, curases las llagas y úlceras de mis pecados; pero estoy confuso ante ti a causa de su infección y suciedad. Tengo vergüenza, ¡oh Señora mía!, de mostrarme a ti en mis impurezas tan horribles, por temor de que tú a tu vez tengas horror de mí a causa de ellas, y sin embargo, yo no puedo, desgraciado de mí, ser visto sin ellas. Amén.

Oración para conocer a Dios

Señor Dios, enséñame dónde y cómo buscarte, dónde y cómo encontrarte… Tú eres mi Dios, Tú eres mi Señor, y yo nunca te he visto. Tú me has modelado y me has remodelado, y me has dado todas las cosas buenas que poseo, y aún no te conozco.

Enséñame cómo buscarte… porque yo no sé buscarte si Tú no me enseñas, ni hallarte si Tú mismo no te presentas a mí. Que te busque en mi deseo, que te desee en mi búsqueda, que te busque amándote y que te ame cuando te encuentre. Amén.