YouTube: Novena a la Madre Laura Montoya, día 3

Colombia tiene Santa y es la Madre Laura Montoya de la cual celebraremos su fiesta con la Novena y aquí te la dejamos.

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Colombia tiene Santa y es la Madre Laura Montoya de la cual celebraremos su fiesta con la Novena y aquí te la dejamos.

Novena a Santa Laura Montoya

Por la señal de la Santa Cruz, Amén.

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Oración para todos los días:

Padre Eterno que Creaste a Santa Laura de Santa Catalina. Hijo de Dios que la redimiste con tu sangre preciosa.

Espíritu Santo que la enriqueciste con tus preciosos dones. Oh, Augusta Trinidad: Humildemente postrados ante tu divina presencia, te suplicamos por intercesión de Santa Laura, nos concedas el remedio de estas necesidades.

Así mismo te pedimos la gracia de vivir toda nuestra vida a la luz del Evangelio, siguiendo el ejemplo de la Santa Madre Laura. De tal manera que con nuestro testimonio de amor a Dios y de generosidad con nuestros hermanos, atraigamos a muchos a una viva experiencia de Dios, que es Padre de todos.

Te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

DÍA TERCERO

EL PACTO CON LAS FIERAS

“Jesús le dijo a sus discípulos: estas son las señales que acompañaran a los que crean: Hablarán en lenguas nuevas. Tomarán serpientes en sus manos y no les harán daño.

Impondrán las manos sobre los enfermos y estos quedarán sanos". San Marcos 16, 17-18.

Cuenta la Madre Laura en su autobiografía que, estando una vez en la oración ante el Santísimo, mientras las Hermanas hacían algunas tareas de cocina, vio mentalmente llegar como en procesión delante del señor, muchas culebras y fieras que entendió eran las de Murrì. Le alegraban que estos animales vinieran a ponerse a órdenes de su Dueño. Pero luego le dijo al Señor que esas fieras formaban una barrera infranqueable para llevar el Evangelio muchas gentes.

Pasó un corto rato y entonces, continua ella, conoció que Dios ordenaba a las fieras que no nos hicieran nada y que ellas tampoco recibirían daño de nosotras. En lo más hondo del alma entendió que Dios aceptaba este pacto.

Tuvo entonces la seguridad de una alianza, que había quedado hecha entre las fieras y sus religiosas. Refiriéndolo más tarde a un sacerdote, escribió ella, me dijo: Eso no es extraño porque ya lo dice San Marcos (16,18). Que a los evangelizadores no les harán daño las serpientes, ni los venenos los perjudicarán.

Hoy se comprueba que ninguna religiosa de las Lauritas, en sus arriesgadas correrías, ha sido atacada por alguna fiera o serpiente. Lo cual demuestra la inmensa confianza de la Madre Laura y de otro lado, la fidelidad de Dios.

Un hecho que nos invita a entregarle al Señor, cada uno de nuestros problemas. Nuestras enfermedades, miedos, conflictos familiares y situaciones difíciles. Él sabrá remediarlas en el tiempo oportuno.

GOZOS

Al presentarte nuestros ruegos, venimos llenos de confianza:

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura.

I

Madre y maestra de los indios de nuestra selva americana: Vuelve a enseñarnos los caminos de tus intrépidas andanzas.

Y Así la luz del Evangelio llegue por cerros y cañadas, a redimir a los cautivos de la pobreza y la ignorancia.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura.

II

Ante el asombre de tus ojos, la turba inquieta y afanada de las hormigas un secreto de amor, te dijo sin palabras.

Y desde entonces la ternura de Dios, inmensa y desbordada sobre los buenos y los malos, con suaves ardor te abrasó el alma.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura

III

Tú que supiste de pobreza y también fuiste desplazada, mira el dolor de tus hermanos en esta patria colombiana.

Haz que florezca entre nosotros aquella paz tan anhelada, en la justicia y el progreso que como hermanos nos igualan.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura

IV

Un acendrado y fiel cariño a la señora Inmaculada, marcó tus días y noches, le dio certeza a tu esperanza.

Su amor fue siempre el santo y seña de tus empresas arriesgadas, su nombre dulce y melodioso entre los tambos se escuchaba.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura

V

Si las serpientes y las fieras por el poder de tu plegaria, como predijo el evangelio, pacificaron su acechanza: Líbranos hoy de los peligros que por doquier nos amenazan a quienes vamos de camino hacia la fiesta de la patria.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura

VI

Tu corazón en carne viva, porque “los indios son mi llaga", contagie a todos tu angustia por tanta gente marginada.

Haznos sentir la sed de Cristo que dio vigor a tu constancia, en las tareas de su Reino de amor y bienaventuranza.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura

VII

A los discípulos de Cristo, tu gesta heroica nos señala la ruta audaz del evangelio hacia regiones muy lejanas.

Transforma nuestro continente que ya es iglesia misionada, en una iglesia misionera de leve alforja y sandalias.

Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura

Oración final

Dios, Padre misericordioso, que elegiste a la Santa Laura Montoya para despertar en la iglesia el sentido misionero, especialmente hacia las comunidades marginadas de la sociedad.

Concédenos que podamos imitarla en su actitud contemplativa y en la búsqueda constante de la salvación de los hermanos.

Danos la gracia de una conversión sincera al Evangelio y así un día florezca entre nosotros una paz justa y duradera, por el progreso de todos, especialmente de los más necesitados.

Además, rogamos por los méritos de la Santa Madre Laura, el remedio de estas necesidades…. si es para tu mayor gloria y nuestra salvación.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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