Halloween: ciudad prohibió la adopción de gatos negros en octubre para evitar sacrificios y rituales

El ayuntamiento de Terrassa, en Barcelona, ha tomado una medida bastante extrema en esta temporada: prohibir temporalmente la adopción de gatos negros desde el 1 de octubre hasta el 10 de noviembre, ante la preocupación de que estos animales puedan ser utilizados en rituales o maltratados durante la temporada de Halloween. 

De acuerdo con la entidad, durante todo el mes de octubre el Centro de Atención de Animales Domésticos no podrá autorizar nuevas adopciones ni acogidas de gatos negros, en ese sentido, las solicitudes recibidas serán evaluadas en el mes de noviembre.

El concejal de Bienestar Animal, Noel Duque, explicó que la medida se tomó tras la detección del incremento en los pedidos de gatos negros en octubre. Estas solicitudes estarían motivadas “por decoración para Halloween o rituales” más que por adopciones responsables. 

Aunque por el momento en Terrassa no se han registrado casos confirmados de rituales con gatos negros, el municipio actúa por “criterio de prudencia” ante alertas de organizaciones de protección animal y refugios.

¿Por qué aumentan las adopciones de gatos negros en octubre?

Según los expertos, durante el mes de octubre, especialmente cerca a la celebración de Halloween, las adopciones de estos animales incrementan desafortunadamente por las razones incorrectas: su uso en prácticas esotéricas, rituales satánicos o como decoración.

Esta situación aumenta el riesgo de maltrato y abandono tras las fiestas, pues se ha observado que después de Halloween muchos animales adoptados “por moda” terminan siendo abandonados o maltratados al perder el interés del propietario.  

Supersticiones en torno a los gatos negros 

Por otro lado, para nadie es un secreto que en algunos contextos se vincula a los gatos negros con la brujería, el ocultismo o sacrificios por superstición. Aunque la evidencia de rituales reales recientes es limitada, las alertas de organizaciones de bienestar animal sostienen que existe un riesgo. 

Cabe destacar que los felinos de color negro se asocian con la mala racha. El origen de esta superstición proviene de una leyenda originada en 1560 en una región de Inglaterra llamada Lincolnshire. 

Según cuenta la historia, un padre y su hijo caminaban durante la noche sin luna, y un gato negro se cruzó en su camino para luego esconderse en el rincón de un muro. Ambos reaccionaron asustados y decidieron arrojar piedras hacia la criatura indefensa, por lo que esta corrió a refugiarse en la casa de una mujer que era acusada de ser bruja.

A la mañana siguiente, se encontraron a la supuesta hechicera golpeada y ensangrentada, y dedujeron que se trataba de algo más que una simple coincidencia. En ese momento, se empezó a creer que las brujas tomaban forma de gatos negros en la noche.