¿Cuáles son las consecuencias de dejar de tener relaciones íntimas?

Por mucho tiempo se ha hablado sobre las ventajas de la intimidad en pareja para el estado de ánimo de las personas o sobre sus beneficios como una alternativa efectiva para mantenerse en forma, cualidades que la convierten en una atractiva y muy apetecida acción, además de su ya conocida función de satisfacción. 

No obstante, llegan periodos en los que, por voluntad propia o por situaciones externas, debes mantenerte en el abstencionismo, el tan popular ‘verano’; y es que, aunque muchos lo consideren algo normal y traten de desmentir todas esas viejas creencias de los efectos de la ‘sequía’, lo cierto es que sí puede tener muchas repercusiones en tu cuerpo que aún no conoces, estas son algunas de ellas.

Depresión

Todo aquello que se ha dicho sobre la relación de los encuentros placenteros con el estado de ánimo es completamente cierto; la principal razón es que en dichos encuentros hay presencia de caricias, un factor fundamental para regular las emociones con la liberación de oxitocina. Si no cuentas con estos estímulos puedes llegar a caer en depresión al mezclarlo con otras circunstancias.

Calambres menstruales

Para las mujeres puede haber una consecuencia desastrosa relacionada con su ciclo menstrual, pues la ausencia de relaciones puede incrementar los calambres durante el periodo. Las ventajas de la intimidad radican en que cuando la mujer llega a su punto máximo de placer tiene una contracción uterina que hace que la sangre se expulse más rápidamente y por ende que disminuyan los calambres menstruales”, explica Sari Cooper, terapeuta sexual.

Afectación en las defensas

Con el abstencionismo en mucho más fácil enfermar, y esta teoría la comprueba una investigación realizada por la revista médica Frontiers in Inmmunology, en la cual se explica que las relaciones íntimas con frecuencia mejoran el sistema inmunológico y ayudan al cuerpo a combatir todo tipo de enfermedades con la liberación de endorfinas.

Más ansiedad y estrés

La ausencia de secreción de felicidad por la falta de contacto humano aumenta los niveles de estrés en una persona, debido a que se aumenta la presión sanguínea y el cortisol, la hormona liberada con la angustia y el agobio.

Esto sucede con más intensidad en las personas que estaban acostumbradas a estos encuentros con más frecuencia pues, al usar la intimidad como medida para combatir el estrés, terminan provocando más ansiedad ante la ausencia de ella.