Oración a San Hermenegildo para hacer una petición especial

San Hermenegildo fue un príncipe que se caracterizó siempre por su prudencia, su valor y sus grandes modales, quien tuvo que abandonar su hogar para cuidar a su esposa, Indegunda, quien sufría todo tipo de maltrato por parte de la madrastra de este hombre; de hecho, fue ella quien convirtió a este santo al catolicismo, luego de haber llegado a Sevilla.

No obstante, la noticia no agradó al padre, Leovigildo, quien inició una persecución contra su hijo y su esposa para obligarlos a dejar la religión o acabar con su vida; engañado por su propio hermano, quien le aseguró que su padre solo quería que pidiera perdón, Hermenegildo salió de la Iglesia en la que se escondía y buscó a Leovigildo, pero teniéndolo de frente este último ordenó que lo despojaran de sus insignias y lo llevaran al calabozo.

Negándose a abandonar sus creencias, Hermenegildo fue traicionado por su padre, pues este ordenó su ejecución; sin embargo, recibió la corona del martirio orando y al recibir el golpe del hacha, se escuchó música celestial y una extraña luz alumbró la prisión. Si tienes una petición importante por hacer, puedes solicitar la intercesión de este santo con la oración que hoy te enseñamos, compartida por el portal ‘La Luz de María’.

Oración para hacer una petición especial

De la Iberia, Hermenegildo, eres esplendor por tu cetro real, por de mártir la palma; esta te la ganó de Jesús el amor, que entre sus almos mártires colocó tu alma. ¡Cuán grande es tu paciencia en las tribulaciones para ser fiel a Dios en todas tus promesas!

Nada que te halague jamás tú te propones, y reprimes cauto tus pasiones aviesas. Del vicio los estímulos que en ti asoman ¡con cuánta prontitud y afán tú los persigues; y con pasos y sentimientos que los doman de la pura verdad la senda siempre sigues!

Nada puede tu padre en ti con sus caricias, nada el ocio fatal de vida regalada; el oro y los diamantes tú no los codicias, y la sed de reinar en ti no puede nada. Hacerte vacilar no logran las espadas, ni tampoco el furor del verdugo terrible; a las glorias del mundo tan codiciadas prefieres tú la gloria eterna, inmarcesible.

Reinando ya feliz protégenos clemente, y acoge con amor nuestras humildes preces mientras que cantamos con ánimo ferviente la palma singular que tanto tú mereces. Gloria eterna al Padre, de todo Creador; gloria eterna al Hijo, de todos Redentor; al Espíritu gloria todos tributemos; gloria a los tres sin fin, sin fin todos cantemos. Amén.

Al finalizar esta poderosa oración a San Hermenegildo, puedes hacer una petición especial a él, teniendo la fe y la certeza de que muy pronto se cumplirá, gracias a su intercesión divina. Además, concluye el rezo con 3 Padrenuestros para sellar el pacto hecho con Dios y con este santo.