Oración a San Luis Gonzaga para pedir protección y ayuda para los hijos
Hay una poderosa oración, dirigida a San Luis Gonzaga, que te ayudará a obtener la protección y ayuda que tanto deseas para tus hijos; aquí te la enseñamos.
Hay una poderosa oración, dirigida a San Luis Gonzaga, que te ayudará a obtener la protección y ayuda que tanto deseas para tus hijos; aquí te la enseñamos.
San Luis Gonzaga se entregó a la fe desde que era tan solo un niño, aunque a su padre lo único que le preocupaba era que se dedicara a ser soldado cuando creciera, motivo por el cual lo llevó a que convivir con las tropas militares, donde cometió los únicos dos pecados de los que se arrepintió toda su vida: aprender un lenguaje vulgar y poner en riesgo la vida de algunas personas al hacer estallar un cañón, por curiosidad.
Posteriormente, gracias a su director espiritual, San Roberto Belarmino, aprendió las 3 cosas que necesitaba para llegar a ser santo: frecuente confesión y comunión, mucha devoción a la Santísima Virgen María, y leer la vida de los santos, lo cual cumplió a la perfección durante su corta vida.
Ingresó a la Comunidad Compañía de Jesús por una revelación que tuvo, y allí se dedicó a servir a los enfermos, incluso a un hombre que padecía la peste de tifo negro, enfermedad que posteriormente contrajo y lo llevó a su muerte, con tan solo 23 años de edad; no obstante, se dice que anteriormente en sueños le fue anunciado el día de su defunción, la cual llegó sin que él hubiera cometido ningún pecado mortal en toda su vida.
Por todo lo que logró con tan poca edad, y su gran grado de pureza, es considerado el santo patrón de los jóvenes; es por esta razón que puedes encomendar tus hijos a él, pidiendo su protección y ayuda con la oración que hoy te enseñamos, compartida por el portal ‘Oraciones del Mundo’.
Oración para la protección y ayuda de los hijos
Glorioso San Luis Gonzaga, a ti, que siempre tuviste un comportamiento y actitudes dignas del más puro de los ángeles, yo, indigno devoto tuyo, por mis muchos defectos, te encomiendo y solicito tu protección para mi alma y mi cuerpo.
Te suplico que, por tu pureza angelical, medies por mí ante el Cordero inmaculado, Jesucristo, y de su Santísima Madre, María, la Virgen entre las vírgenes, y así me ayudéis a no cometer nunca delitos ni malas acciones.
No permitáis en mí ninguna mancha ni impureza, y cuando me veas caer en el trance de la tentación o la negligencia del pecado, llévate lejos de mi corazón todos los pensamientos e ideas sucias, para que despierten en mí los recuerdos de la eternidad después de esta vida y de la crucifixión de Jesús, y de esta manera recobrar el sentimiento del amor de Dios.
Acudo hoy a ti para pedirte ayuda y protección para mis hijos; dame la sabiduría y acierto para que pueda conducirlos por buenas sendas, y que sean hombres de bien para obtener su felicidad en esta vida, y la grandeza para su alma en la otra. Ayúdales para que puedan encontrar una vida con posibilidades, tanto en sus estudios como después en sus trabajos, que las puertas se abran a su paso, en el amor, el trabajo y la prosperidad.
Procúrales siempre buena salud y la capacidad de aprender por el camino del amor y la compresión y no por el duro camino del dolor. Nosotros trataremos de imitar tus virtudes en la tierra para poder gozar contigo de los dones de Dios en el cielo. Amén.