Tragedia de Armero: ¿hubo una maldición detrás de la avalancha de 1985? Experto responde

El 13 de noviembre de 1985 quedó marcado en la memoria colectiva de Colombia por un trágico suceso que dejó a un pueblo entero completamente devastado y borrado del mapa: Armero, ubicado en el departamento del Tolima. 

Aquel día, la erupción del volcán Nevado del Ruiz desató una avalancha mortal que sepultó al municipio, dejando más de 25.000 personas fallecidas, miles de damnificados y aproximadamente 4.200 viviendas destruidas. 

Décadas después, entre los restos y las ruinas, han emergido leyendas y relatos que mezclan la realidad con lo sobrenatural. Una de las más difundidas habla de una maldición lanzada por un sacerdote al pueblo. 

Recientemente, el reconocido locutor Daniel Trespalacios visitó junto al cantante Luis Alfonso los restos del pueblo de Armero, y entrevistó a un historiador y guía de la zona, quien les narró la verdadera historia de la supuesta maldición.

Según el narrador, todo comenzó el 10 de abril de 1948, cuando un sacerdote de la Iglesia San Lorenzo fue asesinado cruelmente un día después del asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, en medio de lo que se conoce hoy en día como El Bogotazo. 

“A él lo sacaron de la iglesia San Lorenzo y lo amarraron a un caballo para arrastrarlo por el pueblo. Posteriormente, lo mataron a hachazos y varillazos. Mucha gente dice que él fue el que maldijo el pueblo, pero no fue asi”, señaló.

El hombre explicó que en realidad quien lanzó la maldición fue un sacerdote de Ibagué, que tras enterarse de lo sucedido visitó la tumba del padre y antes de salir del campo santo pronunció la frase profética: “Por la sangre que ha derramado el ciervo de Dios, no quedará piedra sobre piedra en Armero”, palabras que muchos habitantes consideran una maldición cumplida.

37 años después de este misterioso evento, ocurrió la terrible avalancha. Al respecto, el cantante Luis Alfonso comentó que cree que asi cómo existe lo bueno, existe lo malo, y es muy probable que una energía negativa haya sido quien desató la tragedia. “La palabra tiene mucho poder”, señaló. 

Aunque los registros históricos señalan que hubo alertas previas a la erupción, se critica que no se tomaran medidas efectivas de evacuación y prevención. Para muchos, la tragedia fue anunciada y producto de negligencia científica y gubernamental.