Por: Redacción Salud y Bienestar • Colombia.com

Aumenta el índice de tristeza en Colombia por cuenta del Covid-19

Aumenta el índice de tristeza en Colombia por cuenta del Covid-19, la pandemia se suma a la larga lista de razones que apagan el ánimo de los colombianos y las cifras del DANE así lo confirman.

La situación de la pandemia, añadida a otros factores ha contribuido a que muchas personas se sientan tristes y en soledad. Foto: Pixabay
La situación de la pandemia, añadida a otros factores ha contribuido a que muchas personas se sientan tristes y en soledad. Foto: Pixabay

Aumenta el índice de tristeza en Colombia por cuenta del Covid-19, la pandemia se suma a la larga lista de razones que apagan el ánimo de los colombianos y las cifras del DANE así lo confirman.

Cuando se dice hasta el cansancio que Colombia es el país más feliz del mundo, es fácil no creer en dichas afirmaciones, basta con solo dar un vistazo a las noticias para comprender que no hay nada más alejado de la realidad que dicho postulado.

En un país con una de las desigualdades sociales más grandes del planeta, con una pobreza que alcanza a la mitad de sus habitantes, una corrupción convertida en un monstruo indestronable, narcotráfico, asesinato diario de líderes y niños, desplazamiento, migración irregular, entre otros tantos males, resulta muy difícil que estas frases tan optimistas que promueven la publicidad y los políticos se puedan confirmar.

Desde el año 2017, la Organización Mundial de la Salud viene informando que Colombia es uno de los países con mayor número de personas deprimidas en el continente, muchos se preguntarán cómo puede alguien deprimirse en un país con tanta riqueza natural, con un clima envidiable, bellas mujeres y una música permanente que invita al baile y al disfrute de la vida.

@DANE_Colombia

El 17,5 % de las personas...

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Pues resulta que en este país de música, fiesta y risa, las cifras de violencia en todos los campos hacen parte de la lista de las naciones con mayor número de asesinatos, violaciones, desplazamientos y riñas; Colombia tiene una triste y macabra tradición de más de 70 años de guerra en sus campos, muchas generaciones de compatriotas han visto morir a sus padres y hermanos a manos de guerrilleros, paramilitares, militares, policía y delincuencia, por eso el odio y la salud mental se han expandido tanto como los cultivos ilícitos en los parques nacionales y reservas forestales.

La salud mental es un asunto preocupante desde hace décadas, pero como todo lo que afecta a los colombianos del común importa muy poco para sus autoridades, ya se convirtió en un problema de marca mayor, y para rematar, llegó el Covid-19 y puso el asunto peor.

El suicidio es otro de los temas que mayor preocupación causa debido a que con cerca de 3.500 al año, es el sexto país del continente en donde más se presenta y la pandemia ha contribuido a su crecimiento debido a la angustia que especialmente ha representado para aquellas personas que se han quedado sin trabajo y sustento económico para sus familias.

El último informe del DANE, Departamento Nacional de Estadística informa que el índice de tristeza y soledad ha aumentado en el país, siendo la ciudad de Santa Marta, capital del departamento de Magdalena, el lugar en donde se manifiestan las personas más tristes y que han experimentado mayor sensación de soledad, algo raro para quienes creen que en los caribeños todo es alegría, pero que por cuenta de la crisis general del Covid-19 ha mostrado la otra cara de la moneda.

Organismos como la OMS y la Organización Panamericana de la Salud advierten que en Colombia el índice de tristeza se ha elevado considerablemente, esto ha sucedido con muchos países del mundo por cuenta del Covid-19, pero a la ansiedad, frustración y desasosiego, se unen factores como la violencia intrafamiliar, el feminicidio, la inseguridad y la situación de desempleo y pobreza que han alcanzado niveles históricos en nuestra nación, alentadas por la pandemia generada por el Covid-19.

Es un asunto que compete a autoridades y ciudadanos debe tener la atención requerida porque de la salud mental de los colombianos depende en gran medida el bienestar y la superación de la violencia que nos afecta más de lo que imaginamos.