Craniectomía descompresiva: la cirugía que salvó a Miguel Uribe tras impacto de bala

Miguel Uribe Turbay, senador y precandidato presidencial, se debate entre la vida y la muerte luego de sufrir un atentado el pasado sábado 7 de junio, manteniendo en vilo a familiares y colombianos simpatizantes.

El senador ha tenido que atravesar diversas intervenciones quirúrgicas, entre estas, una craniectomía descompresiva, luego de recibir dos impactos de bala en la cabeza. Esta cirugía de emergencia, realizada por especialistas en neurocirugía, busca aliviar la presión intracraneal causada por el trauma, una condición que puede poner en riesgo la vida si no se atiende de inmediato. 

¿En qué consiste la craniectomía descompresiva? 

La craniectomía descompresiva es definida por la Revista Neurocirugía “una técnica quirúrgica conocida desde los orígenes de la neurocirugía misma”, la cual tiene el objetivo de reducir la presión intracraneal cuando el cerebro se inflama o se llena de sangre, lo cual puede ser fatal si no se trata a tiempo. 

Esta intervención se realiza en situaciones críticas, como traumatismos craneoencefálicos severos, hemorragias cerebrales o infartos cerebrales extensos. En el caso del precandidato Miguel Uribe fue clave para preservar su vida ante la presión peligrosa que se generó en su cráneo tras el impacto.

Especialistas explican que durante esta intervención se retira temporalmente una parte del craneo para dar espacio al cerebro inflamado y permitir que se expanda sin causar daño adicional. 

El fragmento de hueso retirado, llamado colgajo óseo, se conserva, en ocasiones en el abdomen del propio paciente o en condiciones estériles, para ser reimplantado una vez que la inflamación haya bajado.

Respecto al tratamiento que recibió Miguel Uribe, el Dr. Juan Carlos García, neurocirujano de la Fundación Santa Fe de Bogotá, explicó que la craniectomía descompresiva fue clave para salvar su vida:

“La craniectomía descompresiva es un procedimiento de último recurso, pero en casos como el de un impacto de bala en la cabeza, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. El cerebro necesita espacio para manejar la inflamación, y si no lo tiene, el pronóstico es catastrófico”, detalló.

Profesionales de la salud destacan que esta cirugía es bastante riesgosa y presenta una alta tasa de mortalidad. Entre las posibles complicaciones están: infecciones, sangrados, alteraciones neurológicas permanentes y epilepsia postraumática.

¿Qué sigue después de una craniectomía descompresiva? 

Tras la cirugía, el paciente entra en una fase crítica de monitoreo en cuidados intensivos. El tratamiento posterior incluye medicamentos para controlar la presión intracraneal, soporte respiratorio y rehabilitación física y neuropsicológica.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud de EE. UU., la recuperación depende de la extensión del daño cerebral original y de factores individuales como la edad y el estado neurológico previo. En promedio, entre el 30% y 50% de los pacientes logran una recuperación funcional significativa.

Casos previos de pacientes sometidos a esta cirugía tras un impacto de bala revelan que pueden presentarse diversas secuelas, entre ellas pérdida de movilidad o debilidad en el hemisferio derecho del cuerpo, alteraciones en el habla, trastornos sensoriales y de la sensibilidad, así como cambios en el comportamiento, especialmente cuando la lesión compromete el lóbulo frontal