Especialistas revelan que es completamente sano y necesario que los niños se aburran

Para muchos padres escuchar a sus hijos decir la frase “estoy aburrido” es aterrador, pues los hace cuestionarse sobre qué tan productivas y beneficiosas son las actividades a las que se están enfrentando sus hijos. 

En la actualidad, vivimos en una época donde los ritmos de vida son tan acelerados y recibimos tantos estímulos al mismo tiempo que nos acostumbramos a estar siempre ocupados y cuando no tenemos nada que hacer sentimos un miedo irracional.

Una de las preguntas más frecuentes que tienen los padres de menores en consultas con especialistas en el area de la psicología es qué hacer en estos casos cuando los niños pierden interés en una actividad y llega el aburrimiento. 

De acuerdo con expertos, esto no es tan malo como parece, de hecho, es muy beneficioso para el desarrollo mental de los infantes. Según el portal Bebés y más, “el que los niños no hagan una actividad en particular o estén sin distracciones o estímulos externos, puede ser algo positivo y necesario para ellos”, pero ¿por qué? A continuación te lo explicamos.

Desde hace mucho tiempo nos hemos acostumbrado a vivir en una sociedad sobreestimulada, donde se impone la hiperactividad e inconscientemente le estamos transmitiendo todo este estrés a nuestros hijos.

Constantemente estamos pensando en qué ocupar hasta el más pequeño espacio de tiempo de nuestros hijos, ya sea con actividades extracurriculares, clases, manualidades, etc, pero nunca les permitimos tener una pausa alejada de la cotidianidad.

Si bien este tipo de actividades estimulan el aprendizaje y la adquisición de nuevas habilidades, el exceso de ellas puede repercutir negativamente en su desarrollo. De acuerdo con expertos en el tema, los niños que crecen entre demasiada exigencia acaban sintiéndose tan estresados y saturados que se vuelven infelices.

El portal citado establece que un niño puede aburrirse por diversos motivos, ya sea porque ya no le resulta interesante la actividad que estaba haciendo, porque quiere compañía o porque está cansado de la programación y la sistematización de las actividades, este último caso ocurre porque muchas veces no les damos la oportunidad de procesar ni de pensar las cosas por ellos mismos.

En ese sentido, una de las ventajas que tiene el aburrimiento en los infantes es el espacio y tiempo que se dispone para pensar y poner a trabajar sus neuronas, no por nada, genios como Newton; que paseaba por un jardín cuándo descubrió la ley de la gravedad o filósofos como Descartes; que Descubrió el discurso del método por quedarse aislado en la nieve, usaron su tiempo libre como un motor de ingenio. 

“El aburrimiento ayuda a desarrollar la creatividad y autonomía de los niños, regalándoles el precioso ejercicio de buscar soluciones y alternativas por sí mismo, algo que les será muy útil en la vida adulta”, indica la web Bebés y más.

¿Cómo actuar ante la frase “estoy aburrido”?

1. Legitima el aburrimiento: Explícale a tu hijo que vivir este tipo de momentos es completamente normal y necesario, y forma parte del diario vivir. Enséñale que hay que tomar esos espacios como una oportunidad.

2. Enséñale el lado positivo del aburrimiento: Hazle entender que esta sensación no es más que un tiempo que tiene sin obligaciones, por lo que lo puede tomar para hacer cosas que realmente desee.

3. Explícale que no hacer nada también está bien: enseñarle a tu hijo que el descanso también es bueno es primordial para fortalecer su salud mental a futuro. Déjale la libertad de elegir en qué invertir sus espacios de ocio.

4. Lluvia de ideas: cuando un niño no sabe qué hacer con su tiempo libre esta es la alternativa perfecta, porque no solo le permitirá estimular su imaginación, sino también le dará la posibilidad de escoger actividades que verdaderamente disfruta.