Por: Juan Carlos Garcia Sierra • Colombia.com

Cardo mariano, poderosa ayuda para un hígado sano

Esta planta es maravillosa para liberar al hígado de toxinas que acumulamos con el tiempo y con todo lo que consumimos.

Actualización
El cardo mariano es conocido desde los principios de la humanidad. Foto: Pixabay
El cardo mariano es conocido desde los principios de la humanidad. Foto: Pixabay

Esta planta es maravillosa para liberar al hígado de toxinas que acumulamos con el tiempo y con todo lo que consumimos.

En el mundo de los remedios naturales, hay una planta que se está dando a conocer a pesar de que no es una novedad su uso en beneficio de la salud, es el cardo mariano.

Se le llama mariano porque en algunos países de Europa como Francia y Alemania se asocia a la planta con la Virgen María y su especie se ha catalogado dentro de los libros científicos como “Marianum”.

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Tradicionalmente se le han atribuido propiedades para tratar diversas dolencias hepáticas y se le cultiva en diferentes países de Europa, Rusia, Australia, Asia menor, América del norte y América del sur.

El cardo mariano se ha usado para ser consumido en ensaladas y su fruto se ha tostado para remplazar el café, pero también, su uso se ha extendido a diferentes afecciones del cuerpo humano porque el conocimiento y estudio de esta planta, especialmente en Europa, es milenario.

El cardo mariano sirve para los problemas del hígado graso, es decir, aquellos pacientes que, por excesivo consumo de grasa, hacen que este sufra dolencias y no pueda realizar su trabajo de filtrar las toxinas del cuerpo, por eso se les ve de color amarillento en su rostro y algunas zonas del cuerpo.

Otras investigaciones sugieren que el cardo mariano también es de ayuda en el tratamiento de las venas varices y problemas asociados a ella, las complicaciones renales y las menstruaciones irregulares.

Ya en el año 1150 existía conocimiento sobre esta planta, Hildegard Bingen, una compositora y música alemana, había estudiado la planta y documentó los usos diversos de las hojas, raíces y flor de la planta a la que llamó “Vehedistel” o cardo de venus.

Existe un hongo mortal llamado Aminita phalloides y el cardo mariano administrado de manera intravenosa es el único mecanismo eficaz contra él.

La silimarina, que es la sustancia activa de las semillas del cardo mariano, se ha estudiado para tratar el cáncer y se ha descubierto que ayuda para los casos de cáncer hepático y su tratamiento con quimioterapia.

Pacientes a quienes se les extirpó la próstata, tuvieron administración de silimarina y lograron mejorar su calidad de vida, disminuyó el nivel de colesterol y de selenio, y en mujeres con cáncer de mamá, se encontró que eliminan los zarpullidos presentados.

El cardo mariano es usado por personas que quieren disminuir el colesterol de su sangre, pero especialmente por aquellos que quieren “descargar” su hígado a través de infusiones, algo que todos podemos hacer, y si se presentan dolores estomacales o reacciones alérgicas, es necesario suspender su uso.