Bulimia: ¿qué es y cuáles son las señales de alarma de este trastorno?

En el mundo existen una gran cantidad de enfermedades y trastornos, unos más graves que otros. Algunos están relacionados netamente con la salud física; sin embargo, otros también involucran la salud mental, uno de estos es la bulimia.

La bulimia es definida por expertos de la biblioteca de medicina de Estados Unidos Medline Plus como “un trastorno alimentario por el cual una persona tiene episodios regulares de comer una gran cantidad de alimento (atracones) durante los cuales siente una pérdida de control sobre su alimentación”, pero lo más problemático viene después, cuando la persona utiliza diversas formas para purgarse y eliminar dichos alimentos de su sistema, tales como vomitar o consumir laxantes, todo con el fin de evitar el aumento de peso.

Según los especialistas, aunque cualquier persona puede sufrir este trastorno, es más común en niñas adolescentes y mujeres jóvenes. “La persona generalmente sabe que su patrón de alimentación es anormal, por lo que puede experimentar miedo o culpa con los episodios de atracones y purgas”, añaden.

Estadísticas reveladas por la Cruz Roja española indican que se estima que una de cada 100 adolescentes padecen anorexia nerviosa (otro trastorno de la conducta alimentaria) y 4 de cada 100 tienen bulimia nerviosa, una cifra bastante alarmante. 

Aunque no existe una causa en concreto de la bulimia, son muchos los detonantes que pueden desencadenarla, entre los que están: factores genéticos, psicológicos, familiares, sociales o culturales. 

En las primeras etapas de la bulimia, es probable que las personas alrededor de un paciente con este trastorno no se den cuenta de que lo padece; sin embargo, con el tiempo los signos se van haciendo más evidentes. Por ello, es necesario tener presentes los signos de alarma. 

“En la bulimia, pueden presentarse atracones con una frecuencia de varias veces al día durante muchos meses. La persona a menudo come grandes cantidades de alimentos ricos en calorías, por lo regular en secreto. Durante estos episodios, la persona siente una falta de control sobre su alimentación”, señala Medline Plus. 

Algunas de las señales que presenta una persona con este trastorno son: provocarse el vómito después de comer, usar laxantes, pasar mucho tiempo haciendo ejercicio, consumir repentinamente grandes cantidades de alimentos o comprar grandes cantidades de alimentos que desaparecen de inmediato, ir al baño de manera regular inmediatamente después de las comidas y botar empaques de laxantes, pastillas para adelgazar, eméticos (fármacos que causan el vómito) o diuréticos.

Ante la sospecha de bulimia, es fundamental que la persona tenga una red de apoyo que la pueda guiar hacia un tratamiento médico. El diagnóstico generalmente se realiza con estudios psicológicos, aunque también se puede hacer mediante un examen de los dientes, el cual puede evidenciar caries dental o infecciones en las encías (como gingivitis). “El esmalte de los dientes puede estar erosionado o picado por la excesiva exposición al ácido del vómito”. 

El tratamiento suele depender de la gravedad de la bulimia y de la respuesta de la persona a la ayuda médica. Generalmente, consiste en la asistencia a grupos de apoyo, terapia nutricional y medicinas que también tratan la depresión, conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS).