Consumir edulcorantes artificiales no es tan bueno como pensamos: ¿por qué?

Si estás intentando perder peso, tienes problemas con la regulación del azúcar o sufres de diabetes, seguramente alguna vez alguien te ha recomendado sustituir el azúcar refinado por los edulcorantes artificiales que prometen ser mucho más “saludables” y menos dañinos para el cuerpo. 

Según especialistas del portal Mayo Clinic, los endulzantes artificiales son sustitutos sintéticos o altamente refinados del azúcar, que también se conocen como “endulzantes intensos” porque son mucho más dulces que el azúcar.

Este tipo de endulzantes artificiales se encuentran en muchos alimentos procesados, incluidos refrescos, mezclas de bebidas en polvo, dulces, mermeladas, jaleas, productos lácteos y productos horneados, que prometen ser para diabéticos. 

Y aunque prometen ser la mejor alternativa para dejar de consumir azúcar refinada, un estudio reciente sugiere que pueden ocasionar incluso peores efectos en nuestra salud. A continuación te explicamos por qué. 

De acuerdo con el estudio, dirigido por la Universidad Sobonne de París, al parecer el consumo excesivo de edulcorantes artificiales estaría relacionado con una mayor probabilidad de desarrollar ciertos tipos de cáncer en el estómago, el colon y el hígado. El análisis se llevó a cabo analizando los hábitos saludables de más de 100 mil franceses, todos ellos, compradores y consumidores comunes de distintos tipos de edulcorantes. 

Tras más de ocho años de análisis, se identificó que estas personas consumían más edulcorante de lo recomendado a lo largo del día, entre 50 y 80 gramos, cuando según la Organización Mundial de la Salud (OMS) no se deberían exceder los 25 gramos diarios. 

Adicionalmente, los investigadores evidenciaron que cerca del 13% de los consumidores de edulcorantes artificiales habían desarrollado ciertos tipos de cáncer en el estómago, el colón y el hígado. 

El estudio también identificó que existen cientos tipos de edulcorantes más dañinos que otros, estos son: el aspartamo, presente en productos como refrescos, helados, yogures, jugos de fruta, chicles y cereales y el acesulfame, que se le añade principalmente a postres y bebidas lights.

Los especialistas concluyeron que aunque este tipo de sustancias se han vendido como una alternativa saludable al azúcar convencional, no dejan de ser hechas a base de sacarosa, que tiene múltiples efectos negativos en la salud. 

Sin embargo; aunque se encontró un leve vínculo entre el desarrollo de algunos tipos de cáncer y el consumo de edulcorantes artificiales, aún faltan más investigaciones para determinar los riesgos directos.