¡Impresionante! Mujer iba 30 veces al baño y le descubrieron una grave enfermedad
La joven sufría un trastorno alimenticio que ocultaba una peligrosa enfermedad.
La joven sufría un trastorno alimenticio que ocultaba una peligrosa enfermedad.
En el mundo de la salud y la medicina existen innumerables casos difíciles de resolver por diversas circunstancias, pues en ocasiones los síntomas no corresponden con las enfermedades conocidas o simplemente ocultan algo mucho más grave.
Este fue el caso de Katie Harpur, una joven que desde sus 14 años experimentó una dolorosa y nauseabunda pesadilla que la llevó a aislarse del mundo exterior. Aparentemente, esta mujer luchaba contra la bulimia, pero en realidad sufría de un diagnóstico más peligroso.
Sorprendentemente, las visitas frecuentes al baño (más de 30 a la semana) y los vómitos después de cada comida eran síntomas de una enfermedad grave que afecta a miles de personas en todo el mundo. Katie Harpur vivió una adolescencia difícil, ya que sufría de dolores constantes que la hacían alejarse de su círculo social y quedarse en casa por temor a no tener acceso a un baño.
A los 16 años, su peso bajó a niveles peligrosos, pero en lugar de recibir un diagnóstico adecuado, fue tachada de hipocondríaca por un profesional y diagnosticada erróneamente con un trastorno alimenticio.
Lo que los médicos desconocían era que su condición estaba empeorando rápidamente y aunque su adolescencia debió ser una época reconfortante y divertida, no lo fue en ningún sentido y por el contrario estuvo marcada por episodios traumáticos.
Después de sufrir dolores constantes, Harpur visitó varios médicos sin éxito hasta que finalmente fue hospitalizada durante dos semanas. Fue allí donde finalmente recibió un diagnóstico tras someterse a una colonoscopia, que reveló que padecía la enfermedad de Crohn, un tipo de enfermedad intestinal inflamatoria según la Clínica Mayo.
"Esta provoca la hinchazón de los tejidos o inflamación del tracto digestivo, que a su vez puede producir dolor abdominal, diarrea grave, cansancio, pérdida de peso y malnutrición", explica el portal médico.
"Al principio, obviamente me preocupaba mi imagen corporal, porque aún soy bastante joven y la gente suele tener la falsa idea de que las bolsas de estoma son sucias", expresó la joven a través de sus redes sociales.
A los 21 años, se sometió a una operación para colocar un estoma temporal, sin embargo, debido a varias complicaciones, tuvo que ser retirado. Las infecciones y el riesgo de prolapso, que es el debilitamiento de los tejidos de soporte, causaron que esta herramienta solo durara un año en su cuerpo.
En 2022, después de dos años, decidió colocarse una bolsa permanente para mejorar su salud y bienestar. A pesar de que en su momento estuvo sumamente nerviosa por cómo afectaría a su cuerpo, considera que ha sido la mejor decisión que ha tomado en su vida y lamenta no haberlo hecho antes.
La joven ha mencionado en varias oportunidades que su mayor preocupación se debía a los problemas que había experimentado con su primera intervención y porque este tipo de estoma no puede ser revertido.
En el año 2023, afirma que esta última intervención ha cambiado su vida, permitiéndole viajar y relacionarse con amigos. Desde pequeña, siempre había anhelado viajar, pero su condición de Crohn lo hacía imposible. Había decidido que no viajaría lejos hasta que se colocara el estoma.
Ahora Katie tiene 25 años y está trabajando para crear conciencia sobre su enfermedad y eliminar los prejuicios que existen alrededor de esta. Ella espera que al compartir su experiencia, mas personas puedan comprender que las bolsas de estoma no son algo aterrador, sino que en realidad han mejorado significativamente su calidad de vida.