España dice adiós a las mascarillas en interiores pero con algunas excepciones

La mascarilla deja de ser obligatoria en España en la mayoría de los espacios interiores. Así lo aprobó este martes el Gobierno exceptuando lugares como centros sanitarios y sociosanitanitarios y en todos los transportes públicos. 

En ese sentido, tras 700 días de la medida, el símbolo más visible de la pandemia queda reducido a espacios muy concretos. La nueva norma entrará en vigor este miércoles en todo el territorio español. 

De igual manera, este decreto deja a las empresas la libre potestad de imponer o no el uso del cubrebocas a los trabajadores, teniendo en cuenta la valoración que realicen los servicios de prevención de riesgos laborales. En el resto de ámbitos pasará a estar solo recomendada.

Por ejemplo, en los colegios dejará de ser obligatorio el porte de mascarillas en las aulas, pero se aconsejará el uso para los profesores que tengan algún factor de riesgo frente a la COVID-19. Tampoco se exigirá en comercios, supermercados, restaurantes, bares, gimnasios, teatros, cines o conciertos. 

En los espacios sanitarios como centros de salud o de transfusión de sangre, hospitales y farmacias, tendrán que utilizarla visitantes y trabajadores. No obstante, las personas que estén ingresadas, o residencias de ancianos, tienen la libre decisión de ponerse la mascarilla o no. 

Entre tanto, será obligatorio su uso en aviones, ferrocarriles, autobuses y vehículo de transporte con conductor, así como en los barcos cuando no se pueda mantener 1,5 metros de distancia, pues estos lugares son considerados de alta exposición para contraer COVID-19. 

La decisión fue posible porque la situación de la pandemia lo permite. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, explicó que España logró la vacunación del 92% en mayores de doce años y que los índices de contagios se encuentran a la baja, así como una evidente disminución de la gravedad del virus. 

Cabe recordar que el pasado lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que "mucha gente" va a continuar llevando el tapabocas porque la pandemia "continúa contagiando" y en el mundo siguen muriendo muchas personas.

Además, recordó que, aunque la incidencia acumulada de contagios de la COVID-19 se sitúa alrededor de los 400 puntos, "un índice alto comparado con otras variantes", está "más baja" que la de otros países y los niveles de hospitalización y ocupación de UCI es de menos del 4%. 

Las mascarillas en España dejaron de ser obligatorias en exteriores desde el pasado 10 de febrero, tras el descenso de la incidencia después de la sexta ola de la COVID-19, que azotó ese país en los meses de diciembre y enero, en gran medida, debido a la variante ómicron.