Por: María Andrea Suárez • Colombia.com

Daniel Coronell y Vicky Dávila se lanzan fuertes acusaciones que involucran al GEA y los Gilinski

Daniel Coronell y Vicky Dávila protagonizan un nuevo enfrentemiento por cuenta de una serie de artículos y trinos en los que se acusan de ser fichas del GEA y los Gilinski, respectivamente. 

Daniel Coronell y Vicky Dávila se lanzan fuertes acusaciones que involucran al GEA y los Gilinski. Foto: Twitter @DCoronell y @VickyDavilaH
Daniel Coronell y Vicky Dávila se lanzan fuertes acusaciones que involucran al GEA y los Gilinski. Foto: Twitter @DCoronell y @VickyDavilaH

Daniel Coronell y Vicky Dávila protagonizan un nuevo enfrentemiento por cuenta de una serie de artículos y trinos en los que se acusan de ser fichas del GEA y los Gilinski, respectivamente. 

Daniel Coronell y Vicky Dávila protagonizan una pelea de no acabar. En esta oportunidad, los dos periodistas se lanzaron fuertes acusaciones que involucran al Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) y la familia Gilinski, dueños de la revista Semana. 

Los enfrentamientos se desataron después de que Coronell, director de la revista Cambio, publicara su más reciente columna donde califica a Semana como “un regalo” que Gabriel Gilinski ha convertido en “un canal de televisión: el Fox News de Colombia. Una máquina de propaganda derechista que acomoda la realidad a sus intereses”.

En este texto, denominado ‘MinGilinski’, Coronell señaló que el ex superintendente financiero Jorge Castaño es una ficha de los Gilinski en la aspiración presidencial de Rodolfo Hernández, quien anunció hace varios días en Barranquilla su intención de nombrar al funcionario como Ministro de Hacienda. 

De acuerdo con el periodista, Castaño y los Gilinski se hicieron favores mutuos para favorecer dos Operaciones Públicas de Adquisición (OPA) sobre Nutresa, la mayor productora de alimentos del país, y el Grupo Sura, uno de los mayores holdings financieros de Colombia, por las empresas del del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA). 

Sin embargo, lo que desató la ira de Dávila fue que Coronell acusa a revista Semana como el medio de comunicación que permitió realizar dichos favores de los Gilinski por medio de una serie de artículos elogiando fichas claves dentro de las Superintendencias para la aprobación de las OPA. 

De hecho, el periodista ya había lanzado estas acusaciones en su columna ‘La dieta Gilinski’, donde acusaba a esta familia y al gobierno del presidente Iván Duque de jugar (en secreto) para favorecer la adquisición de las joyas de la corona del GEA. 

Al respecto, Dávila le respondió a través de las redes sociales y lo calificó como un “poco hombre” por compartir en Twitter una cantidad de insultos en contra suya. Posteriormente, Semana publicó el artículo ‘¿Daniel Coronell, instrumento de administradores de un GEA arrinconado?’

En dicho texto, el medio de comunicación lo señala de llevar “varios meses emprendiendo una campaña mediática de desprestigio a favor de los administradores del GEA y en contra de los nuevos accionistas”, y de recibir dineros del sindicato antioqueño a través de sus empresas

A su vez, negaron que el Gobierno haya favorecido a los compradores de acciones de Nutresa, Sura y Argos. “Las inversiones de Gilinski no son ni deberían volverse un tema político. Administradores que han sido responsables de mantener un enroque ineficiente para perpetuarse en el poder, en conjunto con malas decisiones de inversión y soberbia, son los responsables del declive en el valor de las compañías del GEA en la bolsa”, se lee en el artículo.

Ante estos señalamientos, Coronell no se quedó callado y compartió varios escritos que sugieren que Semana se ha convertido en un medio de comunicación para defender los intereses de los Gilinski. Uno de estos del diario El Mundo, donde la califica como “la revista convertida por los multimillonarios Gilinski en el escudo de la derecha colombiana”. 

Por su parte, María Andrea Nieto, periodista de Semana, también defendió a Vicky Dávila y le dijo a Coronell que, a pesar de sus afirmaciones, ahora la revista es mucho mejor que durante los años en los que Coronell era columnista estrella en la misma.