Inhibidores de señal de celulares instalados en las cárceles frenarían la extorsión

La extorsión es uno de los delitos de mayor crecimiento en el país debido a que es una de las principales fuentes de financiación de las bandas delincuenciales, las que se han incrementado en número con la llegada de migrantes venezolanos a Colombia.

Diferentes bandas delincuenciales se han convertido en el azote de varias ciudades de Colombia y las autoridades trabajan a diario frente al actuar de delincuentes que imponen la violencia para sus propósitos, mientras que la ciudadanía vive temerosa ante al accionar de grupos armados que han obligado a muchos comerciantes a cerrar sus negocios.

La extorsión no es un asunto exclusivo de las calles colombianas, en las cárceles se realiza este tipo de delito ante la preocupación de autoridades y ciudadanos, quienes son testigos de cómo los delincuentes operan con total tranquilidad desde sus sitios de reclusión, y a pesar de encontrarse detenidos y pagando alguna condena, siguen manejando el negocio criminal.

Tecnología para combatir la extorsión

Si bien, la corrupción de funcionarios permite que los delincuentes continúen al frente de su negocio delictivo desde las cárceles, un debate que se ha planteado desde hace años y que cobra vigencia en momentos en los que la extorsión asfixia a la población, tiene que ver con las herramientas tecnológicas que no permitan que desde las celdas y patios de las prisiones se realicen llamadas extorsivas o de cualquier otro tipo a través de teléfonos celulares.

Colombia está en mora de implantar inhibidores de señal de celular en sus cárceles, esta herramienta es clave en la lucha contra la extorsión desde las cárceles, y las recientes amenazas del criminal venezolano, alias ´Satanás´ en contra de comerciantes, han disparado las alarmas en las autoridades y esperan implementar estos dispositivos para frenar el accionar y alcance criminal de capos de la delincuencia.

El Inpec cuenta con autorización para la utilización de 22 inhibidores de señal, pero solo 7 están en funcionamiento en las cárceles Modelo de Bogotá, de Ibagué, Acacías, Pereira, Cali, Palmira y Cúcuta, pero están funcionando a medias porque cuentan con obsoleta tecnología, mientras que los restantes están fuera de servicio por falta de mantenimiento y vandalismo.

Adicional a la situación, desde la puesta en funcionamiento de los inhibidores activos, las quejas de la comunidad cercana a las cárceles se centran en que estos inhibidores afectan sus comunicaciones, por lo que el Inpec ha tenido que pagar más de 1.000 millones de pesos en demandas por esta situación.

Por ahora y mientras se contratan inhibidores de señal 4 o 5G, el plan ´Lobo Blanco´ del Ejército Nacional se implementará en áreas reducidas de cárceles militares y este consiste en inhibidores que pueden hacer que desde una celda no se puedan hacer llamadas a celular.

El defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, ha denunciado que la falta de implementación de inhibidores de señal en las cárceles colombianas seguirá facilitando y aumentando la extorsión desde las prisiones.