MinInterior tacho de "doble moralista" a la sociedad colombiana tras el hundimiento de la regulación del cannabis

En medio de la sección en el Senado que se llevó a cabo durante la noche de este martes, 12 de diciembre, al Ministro del Interior Luis Fernando Velasco, se le vio bastante alterado por el resultado de la votación que volvió a hundir el proyecto de acto legislativo que buscaba regular el cannabis de uso adulto en Colombia.

Esta vez, la iniciativa quedó archivada en el cuarto de ocho debates, con una proposición de la senadora del Partido Liberal Karina Espinosa, la cual fue aprobada con 46 votos por el sí y 40 por el no, en la Plenaria del Senado.

Tras confirmarse el hundimiento de esta iniciativa legislativa, a los senadores de oposición se les vio celebrar efusivamente, concentrado en la zona donde se ubican los parlamentarios del Centro Democrático, mientras que funcionarios y aliados del Gobierno se mostraron en desacuerdo con la decisión.

Así lo manifestó el ministro Velasco, quien tomó la palabra para cuestionar esta decisión y criticar a la sociedad “doblemoralista”, que se escandaliza por ver a jóvenes consumir marihuana en entornos públicos, mientras en sus hogares se normaliza el consumo de licor y de cigarrillo.

“Nos rasgamos las vestiduras porque decimos que un niño no vea a alguien fumando marihuana en un parque, pero en diciembre vamos a coger muchos a nuestros hijos con la copa de whisky o de vino y le vamos a decir: ‘sírvase la gaseosa y brindemos’”, señaló Velasco.

En esa línea, el ministro del Interior resaltó la cantidad de muertes que genera el consumo de licor y el cigarrillo anualmente, aunque son sustancias que están normalizadas por la sociedad y reguladas por los Estados.

“Ese licor genera 2,5 millones de muertos al año y no tendremos inconveniente cuando saquemos la cajetilla de cigarrillos y fumemos delante de los menores, y ese vicio genera 7 millones de muertos en el mundo”, apuntó.

A pesar de las fuertes críticas, el ministro resaltó que respeta la decisión que tomó el Congreso de hundir la reforma constitucional para regular el comercio de cannabis, pero defendió que no es una derrota para el Gobierno, sino para la sociedad, pues “regular es mejor que prohibir porque regulando podemos controlar un mal vicio”.