Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Mujer fingió su secuestro en Cali y exigía a su humilde madre 40 millones de pesos

Una mujer residente en Suaza, Huila, viajó a Cali y allí fingió su secuestro exigiendo 40 millones de pesos a su madre, una humilde mujer que vive en zona rural.

Una historia de un secuestro que jamás se produjo involucra a una indolente mujer y a su sufrida madre. Foto: Pixabay
Una historia de un secuestro que jamás se produjo involucra a una indolente mujer y a su sufrida madre. Foto: Pixabay

Una mujer residente en Suaza, Huila, viajó a Cali y allí fingió su secuestro exigiendo 40 millones de pesos a su madre, una humilde mujer que vive en zona rural.

Este fin de semana es el día de la Madre en Colombia y aunque se profese a los 4 vientos mucho amor por quienes son dadoras de luz, los atropellos, la violencia y el sufrimiento que tienen que padecer miles de progenitoras en el país es indescriptible.

Una indolente mujer no tuvo el menor asomo de humanidad cuando fingió haber sido secuestrada por un grupo delincuencial que exigía una millonaria suma de dinero a su mamá, una mujer humilde de una zona rural del municipio de Suaza en el departamento de Huila.

La mujer de 32 años organizó un plan que consistía en fingir que viajaría hasta la ciudad de Cali a conseguir trabajo porque la deuda de una motocicleta que recientemente había adquirido la obligaba a devengar prontamente los recursos necesarios para cumplir con la obligación.

La madre creyó en las intenciones de su hija y esta partió de la casa el 30 de abril con aparente rumbo a la capital del Valle del Cauca, pero realmente arribó a Popayán, capital del Cauca y durante el supuesto viaje mantuvo informada a su madre y a un hermano cobre un viaje que no tuvo ningún contratiempo.

La segunda parte del plan debía encender motores y fue allí cuando la madre de la mujer recibió llamadas en las que le aseguraban que su hija había sido secuestrada y que debería pagar cuarenta millones de pesos para evitar que ella sufriera algún daño.

Tres comidas al día

Con la madre viviendo un infierno y sin saber qué hacer, pues no contaba con el dinero que los supuestos plagiarios exigían, algunas llamadas en las que su hija pedía a su mamá hacer lo que los captores ordenaban o ella correría peligro eran más frecuentes, también aseguró a su mamá que en su cautiverio le habían asignado una cama y que le daban 3 comidas al día.

En medio de la confusión la madre se contactó con la Policía y agentes del Gaula de esta institución iniciaron las investigaciones que, como primer descubrimiento, tenía a la mujer captada por las cámaras de vigilancia de la terminal de transportes de Pitalito, Huila, lugar en donde se constató que la mujer había viajado a Popayán.

La mujer, que utilizaba una cédula falsa, se había registrado con ella en dos hostales, en los que seguía haciendo creer a su madre que había sido secuestrada, pero rápidamente los agentes del Gaula dieron con su paradero y la capturaron por extorsión.

La historia de la mujer mantuvo a su madre sufriendo por un posible secuestro, pero ahora dicho sufrimiento no se acabará con la posibilidad de que su hija termine en una cárcel.