Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Sacerdote se deja crecer la barba como protesta porque no le giran recursos para ancianato

El padre Cyrillus Swinne dirige un hogar para adultos mayores en Barranquilla y no ha recibido el dinero por parte de la Alcaldía que se comprometió a entregar y no hay cómo mantenerlo.

Dejándose crecer la barba un sacerdote en Barranquilla espera que se giren dineros para un ancianato. Foto: Pixabay
Dejándose crecer la barba un sacerdote en Barranquilla espera que se giren dineros para un ancianato. Foto: Pixabay

El padre Cyrillus Swinne dirige un hogar para adultos mayores en Barranquilla y no ha recibido el dinero por parte de la Alcaldía que se comprometió a entregar y no hay cómo mantenerlo.

Existen protestas de todo tipo, desde las tradicionales con arengas, gritos y pancartas, hasta las más extremas en las que algunos hacen huelga de hambre, se amarran a un poste o se aseguran cadenas, pero la que realiza un sacerdote en la ciudad de Barranquilla es bastante particular.

Cyrillus Swinne, un sacerdote católico que llegó a Barranquilla desde Holanda (hoy llamado Países Bajos) en 1977 y desde entonces encontró en la arenosa su lugar en el mundo, por lo que decidió instalarse allí y convertirse en un barranquillero más, pero no arribó a la calurosa puerta de oro para sentir el calor, sino para ponerle el pecho a la brisa que viene del Caribe y el Magdalena y trabajar por los más necesitados de la capital del Atlántico.

Al frente de diferentes causas benéficas ha ayudado a miles de barranquilleros en condiciones de pobreza y una de sus obras más reconocidas es velar por los adultos mayores abandonados y para ello fundó un ancianato, que más que eso es un hogar para aquellos que en una edad muy adulta no tienen a dónde ir y se han quedado a la deriva en las calles.

El padre Cyrillus regenta el Hogar San Camilo en el suroccidente de Barranquilla, en este reciento se encuentran alojados 70 personas de la tercera edad, pero hasta el día de hoy no ha recibido de la Alcaldía de Barranquilla, que se había comprometido en contrato firmado del sostenimiento de los ancianos, el dinero necesario para su funcionamiento.

Los retrasos en la entrega de dineros, los cuales suman ya 350 millones de pesos, han hecho que el padre tenga que hacer peripecias de todas las clases para poder alimentar a los ancianos y sostener el lugar, y aunque el religioso se caracteriza por su sonrisa, esta ya no se le ve todo el tiempo porque el padre Cyrillus está preocupado.

El padre nacido en Ámsterdam, pero más costeñizado que la butifarra se ha caracterizado por piel blanca y limpia siempre, pero ha decidido protestar de una manera muy particular y esta consiste en dejarse crecer la barba hasta que se le giren los dineros adeudados.

Cura barbado

No es que el sacerdote entre en la onda actual de lucir barba, porque nunca ha estado pendiente de las modas, el religioso europeo quiere llamar la atención sobre la situación de 70 adultos mayores que se encuentran sin los recursos necesarios para su supervivencia en el hogar.

El padre Cyrillus en 46 años en Barranquilla ha realizado más obras que el propio gobierno y ha construido colegios de enseñanza básica, media y técnica, centros de salud, centros culturales y de informática, biblioteca, coliseo, polideportivo, emisora, plaza central, red de apoyo para desplazados, centros de rehabilitación, programa de almuerzos para los más vulnerables y el hogar para ancianos.

Muchos no quieren ver al padre con la barba hasta el piso y por eso ruegan para que la Alcaldía de Barranquilla gire pronto los recursos para el ancianato y volver a ver al padre Cyrillus como siempre, bien afeitadito.